Cuando le llegó la autorización para convertirse en uno de los 280 ocupantes del vuelo de Iberia con destino a Madrid, Nelson Costa vio expedito el camino de vuelta a casa. Sin embargo, todavía le quedaba por delante un viaje de todo menos idílico.

Una vez perdido el vuelo de vuelta comprado antes de partir de España, con quiebra de la compañía Avianca de por medio, los 400 euros que tuvo que pagar por volver a A Illa le parecieron incluso una ganga. Las ganas de volver no tenían precio pese a que el retorno se le hizo eterno, "al llegar dormí como día y medio", reconoce.

Y es que tras cinco horas en el aeropuerto de Montevideo para embarcar, le espera un viaje en tren de Madrid a Santiago con una escala en Ourense, a donde tuvieron que llegar en autobús debido a un accidente ferroviario a mitad de camino. En la estación compostelana esperaba su hija Alicia para visualizar el fin de una pesadilla.