Los armadores de los barcos de pasaje van a aplicar "todos los protocolos de seguridad existentes" y a garantizar "el estricto cumplimiento de la ley en materia de prevención frente al coronavirus". Por eso creen, e insisten en ello, tratando de animar y tranquilizar a futuros clientes, que están en condiciones de ofrecer "un servicio totalmente seguro para los pasajeros y las tripulaciones", con la esperanza de que estas garantías les ayuden a remontar el vuelo.