El gobierno de O Grove adjudicó ayer, por valor de unos 400.000 euros, la conocida como circunvalación de Beiramar.
Es una obra sobradamente conocida que trata de mejorar la circulación rodada y propiciará futuras peatonalizaciones en calles adyacentes. En el mismo proyecto, como se explicó en repetidas ocasiones, se incluye la reposición de todos los servicios y la colocación de nuevas aceras.
Esto último cobra ahora más importancia que nunca, y desde luego resulta más necesario que cuando hace un año se anunció este proyecto y nadie podía imaginarse una pandemia como la del Covid-19.
Esa importancia radica en que hay zonas donde esas aceras tienen poco más de un metro de ancho, lo cual obliga a los peatones a transitar muy pegados.
Pero con esta mejora pasará a disponer de cuatro metros, aunque esto, unido a la creación de un segundo carril de circulación, obligue a recortar ligeramente el ancho del paseo marítimo de Beiramar, que avanza desde la playa urbana de Confín hasta las inmediaciones del puente de A Toxa.
En consecuencia, puede decirse que la nueva circunvalación de O Grove para desviar el tráfico por Beiramar y aliviar así las calles del centro se convertirá, también, en una herramienta válida para luchar contra el coronavirus, pues favorecerá la distancia de seguridad entre peatones.
Humanización de viales
Humanización de vialesY no solo lo combatirá de este modo, sino que al permitir avanzar en el plan de humanización de calles se logrará un mejor acondicionamiento de las zonas comerciales del centro del pueblo, lo cual, a su vez, se antoja una forma de contribuir a la reactivación de la economía local para salir de la crisis provocada por la pandemia.
Tras la adjudicación de la obra, que comenzará en un plazo de quince días, según el alcalde, éste ha vuelto a incidir en la importancia del proyecto, que empezará a ejecutarse en el tramo que va desde la estación de autobuses de O Corgo hasta la conocida como Fonte dos Cabaliños.
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"El objetivo es reponer todas las canalizaciones subterráneas y reducir ligeramente el ancho del paseo marítimo para así habilitar el doble sentido de circulación y ensanchar las aceras, siendo ésta una medida ahora más justificada que nunca", reflexiona José Cacabelos.
