El gobierno de O Grove se niega a hacerse cargo de la gestión de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) porque creen que "es competencia autonómica", y además aseguran que "no está en condiciones de ser recepcionada".

Por eso plantea que o bien se encarga de ella la Xunta para siempre o la deja en manos del Concello, pero cediéndole también el canon que se cobra a los vecinos por depuración.

Este posicionamiento se produce después de que, como avanzaba ayer FARO DE VIGO, el Consello da Xunta acordara intervenir la gestión de estas instalaciones ante la negativa de la Administración local a asumirla.

Le cobrará 18.000 euros

El Gobierno de Galicia lo considera un asunto "de extrema gravedad" y cree que la desatención de la EDAR meca "puede poner en peligro la ría de Arousa", de ahí que tomara la decisión de asumir las riendas de las instalaciones durante un mes y medio, cargando a las arcas municipales el coste que se genere, estimado en 18.000 euros.

Mientras en el Consello da Xunta de ayer se trataba todo lo avanzado por FARO, el alcalde José Cacabelos se posicionaba sobre este episodio recordando que cuando asumió la Alcaldía en 2007 había un acuerdo previo del gobierno anterior del PP con la Xunta para instalar una estación de pretratamiento de aguas residuales en O Corgo.

Pero a su llegada los socialistas se opusieron a esa medida, por considerar que tendría efectos negativos en la villa, y se pusieron a trabajar en una nueva ubicación.

En Ostreira

Fue así cómo surgió la idea de Ostreira-Laxe de Rons, y con esa intención se elaboraron el proyecto y demás trámites administrativos. Finalmente la depuradora fue impulsada por la Consellería de Medio Ambiente bajo dirección del socialista Pachi Vázquez, en el gobierno autonómico bipartito PSOE-BNG, y se inauguró en 2015, ya con el PP de vuelta en la Xunta y en O Grove.

Reconoce Cacabelos que "es cierto que había un acuerdo plenario según el cual la Xunta construía la EDAR y el Concello asumía el compromiso de su gestión". Pero "cambió el Gobierno, la nueva Xunta del PP puso en marcha la EDAR y la empresa adjudicataria tenía el compromiso de gestionarla durante 50 meses".

Ese plazo "terminaba a finales de mayo pasado, y un mes antes Augas de Galicia nos mandó un comunicado recordándonos que teníamos que hacernos cargo nosotros, invitando a los técnicos municipales a visitarla para comprobar su estado".

Fue en esa visita, "con algún consultor externo y expertos en la gestión de depuradoras, cuando comprobamos que no está en condiciones para ser recepcionada por el Concello, ya que entienden los expertos que hay algunas cuestiones que no cumplen los requisitos, y aunque ahora está con una carga muy baja, va a tener que dar servicio a un importante volumen de población, por lo que nos recomendaron que trasladáramos a Augas de Galicia algunas demandas con las que mejorar la instalación antes de recepcionarla".

En caso contrario "tendríamos que asumir nosotros ese coste en el futuro", reflexiona el primer edil.

Resulta que en la Xunta se negaron, ya que alegan sus técnicos que la EDAR meca funciona perfectamente, "por eso insisten en que tenemos que hacernos cargo de ella desde el 1 de junio".

Esto llevó al Concello a demandar judicialmente al organismo hidráulico de la Xunta y a pedir la adopción de medidas cautelares. "En cierto modo el juez nos da la razón y resolvió que no se podrá realizar la recepción de la depuradora hasta que las dos Administraciones hagamos una inspección conjunta acompañados de técnicos especialistas que evalúen la situación real de la depuradora, y será a partir de ese momento cuando se decida si se recepciona o no".

Lo que sucede es que el 31 de mayo se convocó esa inspección conjunta, pero el Concello no compareció, y así consta en acta.