El Gran Hotel La Toja fue de los primeros establecimientos en aparecer en la prestigiosa Guía Michelín, incluso antes que el Ritz de Madrid, y puede considerarse hermano de otras obras impulsadas por el arquitecto Gulías en ciudades como Ourense -como el edificio del Santo Ángel-, A Coruña y La Habana.

Es por ello que la emblemática construcción grovense se ha convertido en una de las tarjetas de presentación de la localidad.

Y no solo esta, pues hay otra obra emblemática también realizada por el ourensano en la isla, como es la popular capilla de San Caralampio, si bien es cierto que el recubrimiento de este templo con conchas "data de mediados de siglo y nada tuvo que ver en ello el arquitecto, sino la voluntad del segundo Marqués de Riestra".

Lo culto y lo popular

No puede sorprender a nadie, en consecuencia, que desde el Concello insistan en realzar la figura de Daniel Vázquez Gulías, "un arquitecto singular que dejó un importante legado" y con el que colaboraron "canteros, herreros, carpinteros y excepcionales artesanos para dar lugar a la enriquecedora fusión entre lo culto y lo popular que caracteriza su obra", señalan en la concejalía de Cultura.

Añaden que "regionalismo, nacionalismo y modernismo, con las múltiples influencias europeas, están presentes en la obra de Vázquez Gulías, como en casi todos los arquitectos de la generación del 98".