Una delegación de pescadores y representantes públicos de El Salvador visita estos días Galicia, gracias a un programa de varias ONG, entre ellas la Asociación Galega de Reporteiros Solidarios (Agareso). La visita empezó ayer en O Salnés, y uno de los miembros de la comitiva centroamericana, Manuel Antonio Martínez Rojas, destacó del primer día de la actividad la existencia de las subastas de pescados y mariscos, y los topes de captura.

Antonio Martínez explica que en El Salvador las ventas no se realizan en una lonja y al mejor postor, como sucede en Galicia, sino que los pescadores venden directamente a los toponeros (los comerciantes), "que son los que marcan los precios". El resultado, añade, es que la práctica totalidad de la rentabilidad se la llevan los intermediarios.

Antonio Martínez es el presidente de una federación que aglutina a 27 cooperativas de pescadores, entre las cuales suman unos 600 socios. Manifiesta que otro problema que tiene la pesca en su país es que no existen los cupos de captura. Esto supone que "en El Salvador pescamos todo lo que podemos, y cuanto más pescamos, más barato vendemos". Por ello, considera que el Gobierno de su país tendría que establecer una serie de topes máximos de captura, para evitar la sobreexplotación. "Aquí en Galicia piensan en el futuro, en dejarle algo a los hijos. En El Salvador, ahora, solo pensamos en el presente".

Otro problema grave que tienen es la existencia de los pescadores individuales, ajenos a las cooperativas, y que dificultan por tanto cualquier intento de articular medidas conjuntas de regulación pesquera. Finalmente, quieren completar el prototipo de una embarcación de pesca más rápida y segura para pescar en mar abierto y con oleaje.

Los salvadoreños iniciaron su visita a Galicia por el Igafa de A Illa, y tras visitar una empresa de fabricación de embarcaciones y una conservera, pudieron conocer el funcionamiento de la cofradía de Cambados, bajaron al banco marisquero de O Sarrido y vieron una subasta en la lonja de Tragove.