El proyecto de construir una piscina de agua de mar en O Terrón, Vilanova de Arousa, fue uno de los excluidos de la financiación que la Diputación aportará a diferentes iniciativas singulares que se impulsan en municipios de menos de 20.000 habitantes. Esa decisión ha abierto una nueva brecha entre el Concello de Vilanova y el ente provincial, al considerarse los primeros seriamente perjudicados y "marginados". El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, ya ha dado orden a sus servicios jurídicos para que recopilen información al respecto, ya que tiene la intención de cumplir la advertencia anunciada la pasada semana, la de llevar el caso a los tribunales.

"Hemos visto todas las obras que se han incluido en ese plan y ninguna de ellas es novedosa, y sobre todo, ninguna tiene la importancia de nuestro proyecto: construir una piscina de agua de mar que sirva de base a un futuro centro de talasoterapia con tratamientos terapéuticos", señala Durán. El regidor vilanovés asegura que "estamos indignados, porque esta es una nueva prueba de la marginación a la que nos quiere someter la Diputación bipartita, pero no nos van a callar". De hecho, insiste, "todavía no se nos ha comunicado nada oficialmente, ni siquiera los motivos por los que excluyen un proyecto que viene siendo demandado por los vecinos desde hace mucho tiempo y es muy importante para este municipio".

Durán no se olvida del diputado socialista del municipio, Javier Dios Pomares, al que señala como "uno de los responsables de esta situación, un señor que no mueve un dedo por su pueblo y que, a cada ocasión que tiene, vende a sus vecinos por un plato de lentejas, y ya van varias". No duda en arremeter contra la presidenta del ente, Carmela Silva, a la que acusa de "beneficiar a los municipios afines sin ningún pudor, algo que no estamos dispuestos a consentir; menos mal que ya queda solo un año y medio para que acabe este nefasto gobierno provincial, que solo piensa en llevar dinero para Vigo y cobrarse cuentas pendientes con los alcaldes del Partido Popular".

De llevar la decisión de la Diputación a los juzgados, será la segunda ocasión en este mandato que Durán lo hace. La primera fue por la paralización del proyecto de ampliación del vial de Baión, donde el regidor considera que "se le han robado a los vecinos 1,7 millones de euros de una obra que estaba contratada y lista para iniciarse".

Las dos obras son solo un ejemplo de los numerosos desencuentros que ha protagonizado Durán con los responsables de la Diputación durante este mandato.