En su afán por enseñar a los más pequeños en qué consiste la cultura urbana, la Diputación de Pontevedra recaló ayer por la mañana en Praza de Galicia con su programa DepoRúArte, una actividad en la que participó un nutrido grupo de niños de la localidad atraídos por los grandes paneles que se colocaron en la plaza.

También hubo dos dj's que pusieron música a esta jornada creativa con la finalidad de inspirar a los asistentes, además de despertarles interés por otras disciplinas como el beatbox, el turntablism o el breakdance. La actividad, dirigida a niños mayores de 12 años, tuvo una discreta acogida a juzgar por los dibujos que quedaron plasmados en los enormes paneles de papel instalados por la organización en medio de la plaza.

Se pusieron a disposición de los niños una veintena de sprays de distintos colores, especiales para este tipo de técnicas, que los pequeños tuvieron que aprender a utilizar, dado que el graffitti es un arte que requiere de destreza además de fuerza. Así algunos consiguieron dibujar las iniciales de su nombre y otros hacer garabatos sobre el papel. En todo momento estuvieron dirigidos por dos monitores que les daban las indicaciones oportunas.

La intención no es otra que la de dar a conocer la cultura urbana en todas sus expresiones, desde la música, el baile o la pintura para que ya desde muy jóvenes los pequeños puedan aprender de una manera lúdica a desarrollar sus inquietudes artísticas y además exploren su creatividad.

Tanto padres como hijos mostraron bastante curiosidad por la incitativa de la Diputación, ya que todo aquellos que tenga que ver con expresiones culturales tiene muy buena acogida, por lo general, en el municipio de Vilagarcía de Arousa.

DepoRúArte

Los talleres, que se vienen desarrollando en cada uno de los municipios de la provincia, ya han recalado en lugares como Marín o Caldas de Reis, y próximamente lo harán en Silleda, Poio o Porriño, ya en el mes de septiembre.

Se trata de una de las muchas iniciativas dirigidas a jóvenes por la que ha apostado la Diputación, que centra sus esfuerzos en expresiones culturales que no son habituales en las programaciones de los concellos pero que tienen una aceptación a juzgar por la asistencia que se viene registrando hasta ahora en las localidades a las que ha llegado el programa. Además, esta vez tiene un componente inclusivo, para que los monitores, que tienen diversidad funcional, puedan participar.