El Concello de O Grove se ha visto obligado a intervenir para adecentar algunos de sus viales aún siendo estos de titularidad autonómica. La "dejadez" de la Xunta, tantas veces denunciada desde el ejecutivo socialista, parece la causante de que vecinos y visitantes se quejen por la imagen de abandono que proyectan aceras y arcenes en carreteras como el acceso oeste a San Vicente, es decir, desde A Lanzada a Pedras Negras.

El alcalde, José Antonio Cacabelos Rico, solicitó por activa y por pasiva la rápida intervención del gobierno autonómico para tratar de mantener limpios y sin maleza este tipo de viales, sobre todo, como es el caos, en los situados en zonas eminentemente turísticas.

Pero dado que el gobierno autonómico no parece dispuesto a actuar el grovense decidió enviar a sus operarios, quienes de este modo mejoran el aspecto general del pueblo y dan respuesta a los ciudadanos que se quejaban amargamente por el estado de abandono de tales espacios.

Una vez más los socialistas mecos reclaman a la Xunta que invierta más en la localidad, donde siguen pendientes proyectos como los de mejora del abastecimiento en Reboredo, que no podrán desarrollarse si el ejecutivo gallego no interviene.

También en relación con la Xunta, vecinos de la avenida Xoán XXIII vuelven a quejarse por el ruido procedente del nuevo asfalto aportado a esa carretera. Inciden en que el problema ano está en los decibelios que puedan producir los camiones, sino en el "continuo y ensordecedor ruido" procedente de la calzada cada vez que pasa un vehículo.