Al impulsar la declaración de la carpintería de ribera como BIC lo que hace la Xunta es buscar que se garantice su preservación futura. Y esto implica instaurar medidas generales de salvaguarda de este patrimonio cultural inmaterial "para garantizar su viabilidad, especialmente su identificación, documentación, investigación, preservación, protección, promoción, valorización, transmisión y revitalización".
Esto quiere decir que la propia Administración pública se marca una serie de líneas estratégicas o compromisos a seguir a medio y largo plazo, apostando también por favorecer "el archivo y sistematización de los documentos relacionados con este patrimonio cultural para poder tener una comprensión más eficaz y completa del mismo". Pero eso no es todo, sino que se incide en que la divulgación y/o difusión de este patrimonio debe incorporarse a la enseñanza, "tanto formal como a la no reglamentada, para mejorar su transmisión".
