Fontecarmoa despidió ayer el carnaval con una buena dosis de humor, música y, sobre todo, mucha comida. Desde las ocho de la mañana las integrantes de la Asociación de Mulleres Rurais de la parroquia vilagarciana se agolparon en la cocina del centro cultural para comenzar a hacer las orejas típicas de estas fechas que por la noche repartieron en la XI Festa da Filloa á Pedra. Como de costumbre, las vecinas se sirvieron de cinco kilos de harina, 50 huevos y un kilo de manteca para elaborar el tradicional postre, "pero no sé si por el tiempo seco, la masa creció mucho y nos dio para hacer tres tarteras grandes, cuando habitualmente nos daba para dos", explica la presidenta de la Asociación de Mulleres Rurais de Fontecarmoa, Bárbara Diz.
De las filloas se encargaba otra persona. También comenzó a trabajar desde primera hora de la mañana, pues la cocción es lenta, así como el proceso previo de calentamiento de las piedras. Cuando dio comienzo la fiesta, al filo de las ocho y media de la tarde, se seguían haciendo filloas. En total, 8 kilos de harina y 8 docenas de huevos.
Tanto la entrada al evento como la degustación de filloas y orejas fueron completamente gratuitas. La única recomendación era ir disfrazado para así poder participar en el concurso y aspirar a lograr alguno de los tres premios. Todos ellos fueron ingredientes para una laconada.
Para darle ritmo a la fiesta, la organización contó con la actuación de Xóvenes Mulleres Anduriña de Sobradelo. Así, niños, jóvenes y mayores pudieron bailar -algunos hasta bien entrada la noche- y despedir el carnaval en un buen ambiente festivo y de confraternidad entre vecinos.
La Asociación de Mulleres Rurais de Fontecarmoa organiza cada año la Festa da Filloa á Pedra y cuenta con la colaboración de la asociación de vecinos O Piorno en el montaje y limpieza de las instalaciones. La de ayer fue la décimoprimera edición del evento, que ya se ha hecho un hueco en el calendario de Vilagarcía.
