José Luis Villanueva Vicente, patrón mayor de la cofradía de Carril, y como parquista que es, también presidente de la agrupación local de este colectivo, arremete contra los miembros de su junta directiva que, según dice, "apoyan a ladrones y furtivos". Evita dar nombres, según dice para no ser denunciado, pero su posicionamiento, no cabe duda, deja en evidencia las diferencias internas en el pósito carrilexo.

¿Y por qué desata esta guerra el patrón mayor? Pues lo que hace es defenderse atacando, después de que FARO DE VIGO diera a conocer una sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo en la que se condena a Villanueva a pagar 9.000 euros por haber picado piedra y aportado arena en uno de sus viveros, incumpliendo la Lei de Pesca de Galicia y sin permiso de la Consellería do Mar.

Reconoce los hechos y dice acatar la sentencia -contra la que no cabe recurso-, aunque no la comparte por considerarla "injusta", a lo que añade que los responsables de haberla dado a conocer son los miembros de su pósito que lo "persiguen" y que tratan de desacreditarlo. Acusaciones estas, por cierto, que dirige también a la Consellería autora del expediente que dio lugar a la multa y organismo que, insiste el patrón, está en su contra.

"Es una vileza que se filtren estas sentencias a la prensa", espeta Villanueva antes de culpar de ello a "los acólitos de la Consellería", entre los que se encuentran "algunos elementos de mi junta directiva que solo se preocupan de atacarme y lo que buscan es dejar que se robe, se 'furtivee' y fluya la ilegalidad, ya que a esta gente lo único que le interesa es que la cofradía no funcione para volver a los tiempos de antes".

Aún así dice estar tranquilo porque "son unos pocos y siempre son los mismos", a lo que añade que si es patrón mayor y presidente de los parquistas desde hace 25 años es "porque fui elegido democráticamente, mientras que otros están puestos ahí a dedo y vive de nuestros impuestos".

Acto seguido advierte de que "nada me sostiene en el cargo porque vivo de mi trabajo, y voy a seguir haciéndolo, ya que no me va a doblegar nadie", dejando claro que "los únicos que pueden hacerme desistir de ser patrón mayor o presidente de los parquistas son los propios socios".

Por tanto, garantiza que va a seguir adelante sin "arrodillarse" y sin permitir "que se robe en los viveros como hacen algunos, como tampoco voy a consentir que algunos compradores se dediquen a adquirir producto robado".

Esto es, insiste, lo que lo sitúa en el punto de mira, ya que "algunos están muy molestos conmigo porque les estoy cambiando las cosas; y esas personas colaboran con la consellería para atacarme".

Un ataque, dicho sea de paso, que cree palpable "con la ley de acuicultura que quisieron imponernos en la Xunta y otras medidas drásticas, como por ejemplo que ahora también nos dejen sin guía para que la suministremos los parquistas con nuestro producto, dejándonos sin poder vender y convertidos a la postre en ilegales", ya que los parquistas, recalca, "tienen una necesidad imperiosa de vender la producción".

En definitiva, que Villanueva escribe así un capítulo más en la guerra sin cuartel que mantiene desde hace años con la Consellería do Mar, y lo hace, como queda dicho, tras conocerse a través de FARO la sentencia que tras rebajar una multa inicial de 14.000 euros le obliga a abonar los 9.000 antes aludidos.