Un aduanero confirma que Dorado figuraba en una lista oficial solo por vender tabaco

El juicio a Marcial Dorado, varios de sus hijos, hasta un total de quince procesados, por supuesto blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico se reanudó ayer en la Sección Primera de la Audiencia Nacional tras un paréntesis de quince días que evitó la suspensión y aplazamiento de otras vistas programadas por la misma sala.

En la jornada de ayer se retomaron las declaraciones a otros dos testigos, uno presencial Lorenzo Macías, que fue jefe de operaciones combinadas del Servicio de Vigilancia Aduanera y el responsable de operaciones de Vigilancia Aduanera, Abel Rodríguez Lepina, a quien se le concedió autorización para testificar por videoconferencia al no poder acudir a Madrid.

Sus declaraciones, expone el letrado de la defensa Manuel Tuero, solo han corroborado las tesis iniciales de que Marcial Dorado nunca tuvo relación con el narcotráfico, sino solo con el tabaco.

De hecho, Abel Rodríguez recordó la existencia de una "especie de comisión" que creó el entonces gobernador civil de Pontevedra, Jorge Parada Mejuto, que en aquel entonces elaboró una lista en la que se establecían tres tipos de redes de contrabandistas: las del tabaco, las que se pasaron del tabaco al tráfico de hachís y aquellas que luego se dedicaron a otras sustancias como la cocaína, la heroína y otras sustancias de mayor dureza.

Explica Tuero, que el testigo no solo admitió la existencia de este informe sino que reconoció que Marcial Dorado solo estaba incluido en la primera de las listas, es decir la de aquellos contrabandistas que en su día se dedicaron al contrabando de tabaco y luego crearon empresas lícitas, en ramos como inmobiliario, automoción. En el caso de Dorado se sabe que tenía diversos negocios tanto en Suiza como en Marruecos.

Tuero asegura que este testimonio va a ser fundamental en la defensa de su patrocinado, ya que otros funcionarios de Aduanas han dicho durante la presente vista que "no sabían nada de esto".

Afirma el letrado que dicho informe elaborado por miembros de la Policía Nacional, Guardia Civil y Servicio de Vigilancia Aduanera ya obra en autos, tras haberlo conseguido oficialmente.

Asimismo, durante la jornada de ayer, explica el letrado madrileño, el funcionario Abel Rodríguez Lepina admitió que en su día recibió una llamada de teléfono del guardia civil, Sánchez Zabala -sentado también en el banquillo de los acusados- quien al parecer se hizo pasar "por agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en la Embajada de España en Marruecos", con la única posible intención de obtener información.

"Pero ahora Sánchez Zabala se presenta como arrepentido y pacta con el fiscal una reducción de pena para él y su mujer, de modo que en todo el juicio solo ha respondido a tres preguntas del ministerio público", reprocha el letrado de Dorado.

El abogado lamenta que se haya interrumpido la vista durante tanto tiempo, pues esto rompe con el principio de seguridad jurídica que supone el hecho de que se impida a los testigos hablar entre sí, para evitar una contaminación de las declaraciones.

La vista continuará hoy y durante varios días de la próxima semana, debido a que el fiscal ha presentado una extensa relación de testigos. Es de subrayar el hecho de que el último que prestó declaración fue el jefe del Servicio de Vigilancia Aduanera, Hermelino Alonso, quien fue interrogado durante nada menos que tres días, pues son numerosas las partes intervinientes en esta vista en la Audiencia Nacional que han querido conocer su versión de lo sucedido.

Al parecer todos estos testimonios refuerzan la tesis de que la vinculación de Marcial Dorado con el South Sea ha sido la presencia de la lancha Nautilus, un fueraborda que debería llevar el alijo de droga que transportó el buque nodriza.