A estas alturas ya nadie duda de la trascendencia social, económica y mediática de la Festa do Marisco de O Grove, considerado el evento gastronómico más importante de España y capaz de reunir cada mes de octubre a un par de cientos de miles de visitantes.

Pero el Concello quiere más, y su aspiración es que este importante evento, cuya trascendencia se hace notar no sólo en O Grove, sino en toda la comarca, sea declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional, a imagen y semejanza de lo que ocurre, por ejemplo, con la no menos multitudinaria Romaría Vikinga de Catoira.

Ayer se planteaba la solicitud de dicha declaración internacional en el transcurso del pleno, y ni que decir tiene que, de antemano, todos están de acuerdo en la necesidad de imprimir a la Festa este salto de calidad y de diferenciación.

Actualmente ya es una fiesta de interés turístico nacional con una arraigada repercusión internacional, pero lograr el calificativo oficial que acredite esa internacionalidad es, lógicamente, como subir un escalón más, y una forma de marcar diferencias sobre algunos competidores que de un tiempo a esta parte se dedican a organizar fiestas del marisco en cada rincón de España, en ocasiones incluso intentando confundir al consumidor para que crea que esas copias o imitaciones tienen algo que ver con la Festa do Marisco original.

En lo que no todos los políticos están de acuerdo es en utilizar la Festa do Marisco para hacer política o en tratar de "manipular" a los colectivos turísticos de la localidad. Eso es lo que teme, por ejemplo, el PP de Miguel Pérez, muy molesto con el enfrentamiento que desde hace meses mantiene el tripartito con los colectivos sociales y empresariales.

El conservador reitera que la capacidad del gobierno para promocionar al Concello y liderar el movimiento turístico es prácticamente nula, y a modo de ejemplo cita la ausencia de O Grove en ferias de primer nivel o la carencia de convocatorias para reunir al Consello Sectorial de Turismo y buscar estrategias consensuadas por todos.

Miguel Pérez aprovecha para censurar las maneras del concejal delegado de Turismo, Jorge Olleros, que la semana pasada "hizo una extraña convocatoria para reunirse sólo con los representantes de los colectivos, y aún así acudieron sólo unos pocos porque nadie cree en él ni en su capacidad de gestión".