Resumen 2023 | Deportes

Un mundial y un escándalo

La selección femenina de fútbol logró en Australia uno de los grandes hitos del deporte español al conquistar el título mundial. El beso no consentido de Rubiales a Hermoso durante la celebración se llevó por delante al dirigente

Las jugadoras de la selección española de fútbol celebrando la consecución del título mundial en Asutralia

Las jugadoras de la selección española de fútbol celebrando la consecución del título mundial en Asutralia / EFE

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

Nadie ha dado tanto que hablar en 2023 como la selección femenina de fútbol. Por lo que hicieron dentro del campo y por lo que sucedía fuera donde han estado casi todo el año en boca de todo el mundo. Un año para la leyenda en el que consiguieron lo impensable, ganar el primer Mundial de la historia para España después de un torneo casi impecable y en el que acabaron por imponerse en la final a Inglaterra gracias a un solitario gol de Olga Carmona. Un triunfo impresionante, una de las grandes conquistas del deporte español, que llegó después de superar una profunda crisis interna. Porque la selección española apareció en Australia y Nueva Zelanda después de reponerse de la crisis abierta por la renuncia de muchas de sus principales referentes ya que no compartían los métodos de trabajo de Jorge Vilda y el trato que recibían por parte de la Federación Española. Buena parte de las críticas volvieron a tiempo de jugar el torneo mientras otro grupo mantuvieron su decisión de no jugar el Mundial. Pese a esas importantes ausencias y que el ambiente tampoco era el ideal a nivel interno España, liderada por el Balón de Oro Aitana Bonmatí, consiguió ganar el Mundial.

Pero lo más polémico vendría justo a continuación, durante la celebración en el mismo césped del título. En la imposición de medallas Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, que ya había dado un espectáculo vergonzoso en el palco de autoridades durante la final, le dio un beso no consentido a Jenni Hermoso en los labios. A las pocas horas el revuelo organizado en torno a ese gesto se hizo gigantesco, incontrolable para el dirigente. Rubiales intento parar la ola que se venía sobre él y las insistentes peticiones de que renunciase al cargo. Trató de mil maneras frenarlo con la ayuda de la asamblea de la Federación, pero su decisión de no dimitir duró poco tiempo porque la presión social, política y judicial era imparable. Con una causa abierta contra él que previsiblemente le sentará en el banquillo Luis Rubiales dejó el cargo y fue sancionado por el CSD y por la FIFA_con tres años de inhabilitación para ejercer ninguna clase de cargo en el fútbol. No fue la única cabeza que se cortó a partir de ahí. El seleccionador Jorge Vilda también fue destituido y diferentes cargos de la estructura más fiel a Luis Rubiales también tuvieron que dejar el cargo.

El beso de Rubiales a Jenni Hermoso

El beso de Rubiales a Jenni Hermoso / EFE

Pero la selección femenina de fútbol no se detuvo ahí. Decididas a cambiar para siempre su situación en el fútbol español insistieron en sus quejas, en sus amenazas de plante y en reclamar que la Federación Española les diese el trato que merecían. Hubo tensión durante semanas, desencuentros, reuniones de madrugada y finalmente se llegó a un principio de acuerdo de que cambiarán diferentes aspectos relacionados con ellas. Por el camino el equipo se clasificó para la fase final de la Liga Europa donde a buen seguro lograrán el billete para los Juegos de París del próximo año.