Morrazo

Cangas lucha por su Semana Santa

La localidad vivió un año protagonizado por las sucesivas crisis de gobierno, relegadas a un segundo plano ante la pugna de las cofradías con el párroco y el Obispado por las procesiones

Procesión de Semana Santa de 2022 en Cangas.

Procesión de Semana Santa de 2022 en Cangas. / Santos Álvarez

La Semana Santa de Cangas ocultó por días la crisis política que vive Cangas, que no dio tregua al gobierno local a lo largo del año y al que en el último mes le cayó una concejala, Aurora Prieto, dejando a ACE con tres ediles, maltrecho y al límite del quórum en la junta de gobierno. La Semana Santa se celebró, pero antes tuvieron que pasar muchas cosas. El párroco no quería las procesiones en la calle y con una Misericordia en cuadro por culpa del COVID tiró de argumentos para refrendar su postura. Pero no contaba con las demás cofradías que sí querían salir, con todo un pueblo que ansiaba volver a ver las procesiones tras la pandemia. Esta fue la primera de las dos grandes polémicas con el cura, la segunda fue en noviembre cuando el párroco Severo Lobato exigió disculpas a la Cofradía del Cristo Resucitado para oficiar la misa de difuntos. No hubo esa misa y el Obispado volvió a intervenir. Al final, se impuso el párroco. Pero la tensión es tanta que todo puede volver a saltar por los aires en cualquier momento.

Fue el año en el que el PP logró sacar adelante una moción por mayoría absoluta para pedir la dimisión de la alcaldesa Victoria Portas, que se aprobó en pleno, pero que no es efectiva porque para retirar la Alcaldía se necesita una moción de censura o una moción de confianza ligada a la aprobación de unos presupuestos, los que el gobierno no logró aprobar. Los mismos que fueron los responsables de la dimisión de Aurora Prieto, que fue vilipendiada por la regidora local públicamente y tachada de incapaz, en otra muestra de falta de mano izquierda. Prieto se quejaba ante los colectivos ligados al turismo de que no tenía presupuesto para hacer una o tal cosa. Sus compañeros: la alcaldesa y Mariano Abalo consideraban que debía de culpar de ello a la oposición municipal, por no haberlos aprobado y no mencionar que había dinero para unas cosas y para otras no.