Tras varios, llamémosle ensayos, Kiko dj está a punto de dejar la soltería dorada, de dejar de ser el pequeño del alma. Y digo ensayos porque acumulamos varios anuncios en portada, algunos embarazos -dos de ellos llevados a término-, algunas novias vestidas de ídem a modo de prueba. Amén de sendos ensayos, estos ya generales, en los enlaces de los hermanos, alguno con chaqué y sombrero de copa incluso. El aviso tuvo preaviso, en idéntico formato revistero. Pero ahora tenemos los detalles. La fecha, la compañía de los hermanos (con los que el matrimonio cotiza al alza) y la madrina (con lo que ya se sale). Y una guinda más (suma y sigue): el hijo mayor -con cuyo padrastro anda enzarzado el hombre en guerra por ejercer de padre postizo en público- portando los anillos. Con permiso de la reina de corazones y el Nobel, que se están haciendo rogar, la boda del año. Y eso que les pilla en tiempos de vacas (cortijeras) Iacas. Si no, tiran la finca por la ventana. Figúrense que Raquel Bollo, amiga examiga (ya me perdí) anda contando que El Rocío más caro de su vida lo hizo con Pantoja. Además, ¿qué otra madrina luciría la peineta con más salero? Bueno, María del Monte quizá. Pero esa es otra historia.
