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Scarlett Johansson es una máquina

Scarlett Johansson protagoniza "Ghost in the shell", una superproducción que relanza una aclamada saga japonesa de ciencia ficción. La actriz encarna a Mayor, un híbrido cyborg-humano femenino encargado de detener a peligrosos criminales

Scarlett Johansson, en una imagen de "Ghost in the shell".

Scarlett Johansson, la actriz más taquillera de todos los tiempos, encarna a una agente mitad humana, mitad robot, en "Ghost in the shell", la esperada adaptación a personajes de carne y hueso de la saga de animación japonesa. El director británico Rupert Sanders, conocido por "Blancanieves y la leyenda del cazador" (2012), se encarga de este relanzamiento que promete al menos una secuela. Su antecedente más destacado es la película animada del mismo título dirigida en 1995 por Mamuro Oshii, y que cosechó excelentes críticas. Nueve años después le siguió "Ghost in the Shell 2: Innocence" (2004). No parece que esta nueva versión, que llega hoy a las pantallas de todo el mundo, coseche calificaciones tan favorables. Las escasas críticas que se han emitido de momento reflejan cierta división de opiniones. Eso sí, todos detacan el deslumbrante aspecto visual y estético de la película y lo acertado de la elección de la actriz estadounidense para el papel, en un elenco en el que también destacan Michael Pitt, Juliette Binoche y Takeshi Kitano.

El protagonismo de Johansson, de 32 años, causó cierta polémica entre algunos defensores de lo políticamente correcto. Al igual que ocurrió recientemente con "La gran muralla", película de Zhang Yimou ambientada en la antigua China y protagonizada por Matt Damon, algunos se preguntaron qué pinta una norteamericana sin rasgos asiáticos en su rostro protagonizando una saga japonesa. En una entrevista con el programa "Good Morning America", Scarlett Johansson explicó que nunca intentó interpretar a una mujer de raza diferente, que su personaje no tiene identidad y que cualquier duda sobre su elección será resuelta por el público cuando vea la película.

Poco se puede discutir sobre la actriz más taquillera de todos los tiempos, cuyas películas han recaudado unos 3.500 millones de euros en el conjunto de su carrera. Además, ¿alguien imagina a una actriz mejor que la neoyorquina, con amplia experiencia en superproducciones y en papeles de heroína, para enfundarse el traje de silicona de Mayor?

Mayor es un híbrido cyborg-humano femenino que trabaja en operaciones especiales y dirige un grupo operativo de élite llamado Sección 9, dedicado a detener a criminales extremadamente peligrosos. "El personaje de Mayor es fascinante, excitante. Tiene un gran poderío y un marcado componente sexual", destaca el director, Rupert Sanders. Como ocurría con el policía mitad humano, mitad robot de "Robocop" (Paul Verhoeven, 1987), la protagonista va descubriendo poco a poco aspectos de su identidad y de su pasado.

Aunque tiene más acción y menos reflexión que sus antecedentes, la película plantea cuestiones filosóficas que se presentarán en un futuro tan lejano. En este sentido, la historia de "Ghost in the shell" se adelantó a "Matrix" y a la serie británica "Black mirror" a la hora de presentar aspectos inquietantes del mundo altamente tecnológico que nos espera, un mundo en el que el "internet de las cosas" e incluso la integración de la informática en el cuerpo humano serán, dicen, cosas cotidianas. Para Scarlett Johansson, "lo que hace que la historia sea tan irresistible es que no parece imposible que ocurra y nos pregunta qué estamos dispuestos a sacrificar para seguir con el ´progreso´ de la raza humana, si vamos a aceptar perder parte de esa experiencia humana en esta unión entre tecnología y humanidad".

Informática en el cerebro

Precisamente esta semana "The Wall Street Journal" publicaba que Elon Musk, el fundador de Tesla, ha fundado una nueva compañía que tiene como objetivo implantar en el cerebro humano sistemas informáticos de inteligencia artificial, logrando mejorar la memoria y la longevidad y atajando enfermedades como la depresión y la epilepsia. Y no es el primero. Hace unos meses, el emprendedor de Silicon Valley Bryan Johnson creó, con una inversión de 100 millones de dólares, Kernel, una empresa similar. Como publicó "The Washington Post" el pasado año al informar de esta noticia, "colocar un ordenador en nuestros cerebros ya no es ciencia ficción". Desde luego "Ghost in the shell" es ahora mucho menos ciencia ficción que cuando nació la franquicia, allá por 1989.

Como dice Avi Arad, fundador de Marvel Studios, "Ghost in the shell" es una historia que gira en torno a los cambios que tendrá que realizar el ser humano para sobrevivir en el futuro. Arad recuerda cómo comenzó a gestarse el proyecto de esta versión de "Ghost in the shell" con actores. Según relata, se encontró a Steven Spielberg y a su hija pequeña en la playa de Malibú, en California: "La niña sabía todo lo que puedas imaginar acerca de ´Ghost in the shell´. Fue ella la que convenció a su padre; me hizo el trabajo a la perfección. Así se puso en marcha el proyecto". En 2008, Spielberg y su estudio DreamWorks adquirieron los derechos para rodar la película.

No mucho después de que el director Rupert Sanders se incorporase al proyecto, en enero de 2014, presentó a los productores una novela gráfica original de 110 páginas para mostrar su punto de vista sobre la película. Los ya conocedores de la franquicia, que es tremendamente popular en Japón, pueden estar tranquilos: esta nueva versión respeta tanto el concepto como las imágenes icónicas que han dado popularidad universal a la historia, como la Geisha de la secuencia inicial y el camión de la basura.

El propio Mamoru Oshii, que dirigió la película anime "Ghost in the shell" hace 22 años, respalda este filme y aplaude la elección de Scarlett Johansson para encarnar a la ciberheroína Mayor: "No es enteramente humana, pero tampoco es un robot. Scarlett transmite mucho con la mirada. Se acerca mucho a la forma en que concebí originalmente el personaje. El papel era para ella y nadie más podría haberlo interpretado", asegura.

Un icono japonés en un reparto internacional y multicultural

  • Como queriendo acallar la polémica por la elección de una occidental, Scarlett Johansson, como protagonista, los productores de "Ghost in the shell" recalcan que la selección de actores refleja el "mundo futuro multicultural y multiétnico" que se ve en la película. Este elenco internacional incluye secundarios de una quincena de países. Entre ellos destaca el polifacético Takeshi Kitano, más conocido por su nombre artístico de Beat Takeshi, comediante, actor, director, escritor, diseñador de juegos y presentador del mítico programa "Humor Amarillo". A sus 70 años, Kitano debuta en una superproducción hollywoodiense, aunque es un actor conocido por los cinéfilos de todo el mundo. Su primera interpretación destacada fue en "Feliz Navidad, Mr. Lawrence" (1983), con David Bowie como protagonista, y participó en las dos entregas de "Battle Royale" (2001 y 2003). En "Ghost in the shell" encarna al director de la Sección 9. Kitano no domina el inglés e interpretó la mayor parte de sus escenas en japonés.

Una futura metrópolis de aspecto asiático e influencias occidentales y árabes

  • Según comenta el director de "Ghost in the shell", Rupert Sanders, la película está ambientada en un mundo pan-asiático, internacional, en el que se combinan credos, razas y religiones. "No nos encontramos en Japón y tampoco en China. Estamos en una futura metrópolis que tiene un aspecto asiático, con influencias occidentales y árabes. La publicidad callejera ilustra esta amalgama de culturas que acabará engulléndonos a todos".A primera vista, la ciudad indeterminada de la película recuerda a "Blade runner" y también a Hong Kong. Los diseñadores de producción tomaron como modelo esta ciudad china, con su deslumbrante perfil de rascacielos, para construir esta metrópolis global no identificada. También se inspiraron en las películas de Kubrick y en elementos de diseño de finales de los 80 y principios de los 90. Se trata de un futuro algo "retro", ya que hay coches de los años 70 y 80 y armas de fuego de los 90.El rodaje tuvo lugar en los estudios Stone Street de Wellington, Nueva Zelanda, construidos por Peter Peter Jackson ("El Señor de los Anillos").

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