Que un músico como Prince te descubra en internet y se convierta en uno de tus mayores fans y colaboradores debe de ser un sueño para cualquier artista. Eso exactamente le ocurrió a Ana Moura, una de las figuras más destacadas de la música portuguesa, que actúa esta noche (21.00 horas) en el Auditorio Mar de Vigo. No esperen música triste. La cantante de Santarém, descubierta por María do Ceo, ha expandido los límites del fado, volviendo a sus orígenes como música bailable y emparejándolo con ritmos y estilos diferentes.
La cantante portuguesa Ana Moura. // Frederico Martins
Presentará "Moura", su álbum más reciente (2015), aunque el trabajo que la convirtió en una estrella indiscutible en el país vecino fue "Desfado", un disco en el que quiso -dice- "deconstruir el fado, no deshacerlo". Producido por Larry Klein (bajista y productor vinculado a Peter Gabriel, Bob Dylan y Joni Mitchell, entre otros), "Desfado" fue publicado hace cuatro años y permanece en la lista de los discos más vendidos de Portugal, con cinco discos de platino.
Prince, cuya aversión por la música en internet era mítica, la descubrió precisamente en la red de redes. Su voz le inspiró para componer "77 Beverly Park", canción cuyo título alude a la casa de California donde el genio de Mineápolis escuchó por primera vez a la fadista. "Walk in the sand" también está inspirado en Ana Moura, y "Dream of fire" del citado álbum "Desfado", tiene una letra en inglés escrita por el propio Prince, que prefirió no figurar en los créditos.
Moura, que mantuvo contacto con Prince hasta antes de su muerte, participó en octubre en el homenaje a Prince en Mineápolis. "Me invitaba a muchas jams. Fue muy enriquecedor para mí", dice la cantante, de madre angoleña y amante de la música negra.
También admiran a Ana Moura los Rolling Stones. Mick Jagger y Keith Richards quedaron prendados por su talento y su belleza en una sala de fados y la invitaron a cantar "No expectations" (2007).
Herbie Hancock, Caetano Veloso y Gilberto Gil figuran también entre sus conquistas artísticas. Ahora le falta por seducir al público vigués.
