Se fue de este mundo el 14 de mayo de 1998, hace más de 17 años, pero los ecos de "La Voz" siguen resonando en todo el mundo. Mañana, Frank Sinatra hubiese cumplido cien años de su nacimiento en Hoboken, Nueva Jersey, una pequeña ciudad que ofrece unas magníficas vistas de los rascacielos de su New York, New York. Y en la orbe se sucederán los homenajes, como el que le rendirá mañana en la sala viguesa La Pecera el cantante y showman vigués Alberto Cunha. El crooner de los ojos azules dejó huella en España y en Galicia, donde actuó para unos 3.000 privilegiados allá por 1992.
Hoy sorprende recordarlo, pero en aquel año prodigioso y que pasó a la historia por el alto nivel de fastos y de gastos -sobre todo, los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla-, Sinatra pisó tierras gallegas para ofrecer un concierto en el Coliseum de A Coruña. Fue concretamente el 5 de junio de 1992, y los espectadores apenas cubrieron un tercio del aforo del pabellón multiusos herculino. El motivo, el alto precio de las entradas, 3.000 pesetas (unos 36 euros) la más barata y 15.000 (90 euros) la más cara. Fueron las localidades más costosas jamás vendidas en el recinto coruñés hasta que Shakira batió el récord en 2006, catorce años después.
En cualquier caso, los tres mil que apoquinaron para ver a "La Voz" pudieron disfrutar de un buen concierto. Frank Sinatra, que se ayudó de monitores electrónicos para recordar las letras -algo inusual entonces y muy habitual ahora-, tenía ya 76 años, pero mantuvo un buen nivel vocal. Según escribió el conocido periodista musical gallego Nonito Pereira en su crónica, la voz de Sinatra fue tan perfecta que algunos pensaron que había hecho play-back. En aquella gira, una de las últimas del cantante y actor estadounidense, solamente actuó en A Coruña y en Barcelona.
Seis años antes, en 1986, había actuado en el Santiago Bernabéu de Madrid, donde también el elevadísimo precio de las entradas provocó un pinchazo descomunal: solamente 11.000 espectadores para un aforo superior a 80.000, y pérdidas de un millón y medio de euros.
Los viajes de Frank Sinatra a España habían comenzado en 1950 persiguiendo a su amada/odiada Ava Gardner, que flirteaba con actores y toreros como Mario Cabré y Luis Miguel Dominguín. Según un libro del periodista Francisco Reyero, la relación de Sinatra con España estuvo plagada de broncas, desplantes y otros incidentes desagradables, al punto que -asegura- el cantante exclamó una vez, refiriéndose a España: "¡Nunca volveré a ese maldito país!".
Feliz cumpleaños, Frank.
