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Sólo se lo voy a decir una vez

Y como quien oye llover (que ojalá hubiera estado lloviendo, por otra parte). A pesar de la tajante advertencia del bombero al mando de las labores de extinción pidiendo más efectivos, la Axencia Galega de Emerxencias (Axega) denegó por tres veces -las mismas tres que San Pedro gastó en negar a Cristo- el permiso a los bomberos de Teis para plantarse en el incendio de la nave de Fandicosta en Domaio y ayudar a atajar el desastre. Así como Public Enemy proclamaban en una canción de 1990 que el 911 (el teléfono de emergencias americano) es una broma, resulta que nuestro 112 es la broma asesina. Miles de litros de amoníaco esperaban a que las llamas los alcanzasen para volar por los aires. ¿La razón, si es que hay algo razonable en esto? Bueno, pues que hay servicios de bomberos privatizados que van a cobrar por un trabajo cuando menos insuficiente. Insuficiente, en este caso, quiere decir que medio Morrazo, incluida A Ponte de Rande, podrían haberse volatilizado en una explosión sin precedentes. Los galeones se retorcían de pánico en las profundidades. Que los bomberos de Teis no tuvieran el permiso desde la Xunta (de la que depende Axega) no impidió que acudieran allí y tomaran el mando de la operación. ¡Uf!

Otra cosa hubiera sido que el 112 hubiera contestado que no había problema, que ya iba Alberto Núñez Feijóo (pertrechado con camisa Ralph Lauren de 400 ?, vaqueros Dolce & Gabanna de 400 ?, zapatos castellanos de 450 ? y manguera de jardín de 15 ?) a neutralizar el infierno como hizo cuando lo de los incendios de 2006 en Galicia. Así sí, coño: los bomberos de Vigo se hubieran relajado recargando la máquina de café mientras comentaban el final de la Liga. Pero no fue el caso, y aquello pintaba fatal. Entre los remolcadores desde el mar y los bomberos desde tierra se consiguió, con un retraso absurdo, que el fuego no extinguiera a los moañeses (y demás habitantes de Domaio y O Morrazo) y diezmase a los vigueses en medio de un bonito espectáculo de fuegos nada artificiales. Alberto: fuiste un héroe hace diez años, pero ahora nos has fallado. Lo tendremos en cuenta en las urnas, que ya sabes que somos unos desagradecidos.

¿Qué nos está pasando? Cuando ya parecía que los petroleros daban una tregua a Galicia (que vaya usted a saber cuánto dura), resulta que nos percatamos de un peligro aun mayor: el enemigo dentro. No sabemos qué dirá la compañía aseguradora sobre esta descoordinación (eufemismo). Así, a vuela pluma, se nos ocurre que a lo mejor tiene que pagar la administración autonómica (o sea ustedes y nosotros) por un caso flagrante y gravísimo de? ¿cómo llamarlo? ¿Chapuza homicida? No dramaticemos: se trata de que no cunda el pánico. O, bueno, de que no cunda el orden. Cuando Beiras decía que "están matando gente" refiriéndose a la sanidad, no imaginaba el riesgo que corremos en manos de esta gente.

@JulianSiniestro

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