El goteo de juicios a miembros de la banda de los Chukis prosigue. Ayer, cinco jóvenes, dos de ellos en la actualidad en prisión, se sentaron en el banquillo acusados de una sucesión de agresiones en grupo ocurridas la madrugada del 17 de mayo de 2015 en A Ramallosa (Nigrán). Ese era el lugar que -hasta la desarticulación del grupo a principios de 2016 por parte de la Guardia Civil- eligieron para imponer su ley a modo de ataques con patadas y puñetazos para cometer pequeños robos o simplemente molestos porque la víctima no les daba por ejemplo un pitillo. Aquella noche, siete chicos sufrieron esos golpes y palizas, dos de ellos en la terraza exterior de un bar y otros cinco en el entorno de una discoteca. "Eran 20 contra uno", describió una vecina del municipio que fue testigo de parte de los hechos y que al salir de la sala imploró a los imputados que no volvieran a actuar de aquella manera: "Que no vuelva a suceder, por favor". Uno de los agredidos, al que abordaron cuando fumaba, fue rotundo al describir el ataque padecido: "Me abordaron por todos lados; y cada vez que me levantaba me volvían a agredir".

Tres acusados, dos chicos y una mujer, admitieron los hechos que se le atribuyeron, por lo que la fiscal redujo su petición de multa para ellos, con lo que se mostraron conformes sus defensas. Quienes negaron su participación fueron los dos que están en la actualidad en prisión, Igor H.C. y el brasileño Helyson L.S.M., este último ya condenado por la paliza que recibió un abogado vigués en la zona de copas de Churruca. Reconocieron que aquella noche, como muchas otras, fueron en autobús desde Vigo hasta A Ramallosa, pero rechazaron haber participado en las peleas de esa madrugada. Sus abogadas solicitan la libre absolución de ambos chicos, pero la fiscal mantuvo su petición inicial de condena, de 3.840 euros de multa para uno y una cantidad ligeramente superior para el otro, junto al pago de indemnizaciones.

En la vista en el Juzgado de lo Penal 3 de Vigo declararon todas las víctimas, así como testigos. Primero de las agresiones ocurridas en torno a las 02.30 horas en la terraza de un bar. "Vinieron unos chavales, se pusieron a pegar a otro y les dije que parasen; me acabaron agrediendo también más de 12 personas", contó un perjudicado. Una testigo indicó que vio a un chico corriendo "con la boca llena de sangre" y a otros "detrás". "Eran 20 contra uno", describió.

Pasadas las seis de la mañana hubo más agresiones en el entorno de la discoteca, a la hora del cierre. A un chico que no les quiso dar un cigarrillo un grupo de personas lo acabaron dejando "inconsciente" en la carretera. Y aún así, siguieron "a patadas" con él. A otros dos jóvenes que fueron a defenderlo también les golpearon. "Eran muchísimos", dijo uno.

Otro chaval que fumaba un pitillo fue abordado "por todos lados". "Cada vez que me levantaba me volvían a agredir", señaló. La novia de un herido contó que esos jóvenes atacaban en grupo "sin motivo alguno". "Actuaban como una banda", dijo. Otro vecino de Val Miñor afirmó que los integrantes de ese grupo tenían "aires de grandeza" y siempre iniciaban ellos las peleas.