El Juzgado de lo Penal 1 de Vigo acoge desde hoy el juicio contra los cuatro presuntos integrantes de una banda de atracadores a quienes se imputa la oleada de asaltos bancarios en Arbo, As Neves, O Rosal y Fornelos de Montes en octubre de 2012, así como el asalto a una vivienda habitada en Vigo en la que agredieron a su propietario. Los cuatro imputados negaron la autoría de los hechos y la defensa, en el turno de alegaciones previas, alegó que las pruebas de cargo clave son "ilícitas" ya que se obtuvieron "vulnerando derechos fundamentales", refiriéndose concretamente a las imágenes captadas por las cámaras de los bancos, los reconocimientos fotográficos y las intervenciones telefónicas. El fiscal se opuso a estos argumentos.

La Fiscalía solicita penas que suman 35 años de prisión para cada uno de los procesados. Les imputa un delito de pertenencia a grupo criminal (2 años de prisión), un delito de robo con violencia en casa habitada (5 años de cárcel), cinco robos con intimidación a entidades bancarias (25 años) y un delito continuado de robo de uso de vehículo a motor por los cinco turismos que sustrajeron para perpetrar los asaltos y huir (3 años de prisión). Además les acusa de dos faltas de lesiones.

El esloveno Mario S. y los vecinos de Porriño Pablo G. Ch. y José C. R., tres de los acusados, fueron detenidos hace dos años en Baiona, cuando huían en un vehículo robado a una de sus víctimas. El modus operandi de la banda era siempre el mismo, según el fiscal; un encapuchado armado con un cuchillo de grandes dimensiones accedía a la sucursal bancaria, intimidaba al único empleado que solía estar allí y huía con un botín de entre 3.000 y 4.000 euros. Fuera le recogía un cómplice con un coche robado que abandonaban poco después para huir ambos en un segundo vehículo que los recogía.

El escrito de acusación recoge que los tres imputados, junto con Luis O.F. "puestos de común acuerdo" colaboraron y actuaron en diversos hechos delictivos contra el patrimonio, con reparto de funciones: sustraer vehículos para los atracos, entrar en oficinas bancarias o vivienda y facilitar la huida esperando en las inmediaciones.