El Juzgado de lo Penal 1 de Vigo acogió ayer una vista en la que la Fiscalía pidió que se prorrogue la prisión provisional para tres de los cuatro integrantes de una banda de atracadores a quienes se imputa la oleada de asaltos bancarios en Arbo, As Neves, O Rosal y Fornelos de Montes en octubre de 2012, así como el asalto a una vivienda habitada en Vigo en la que agredieron a su propietario. El objetivo es garantizar su presencia en el juicio que se celebrará la primera semana de noviembre.

La Fiscalía solicita penas que suman 35 años de prisión para cada uno de los procesados. Les imputa un delito de pertenencia a grupo criminal (2 años de prisión), un delito de robo con violencia en casa habitada (5 años de cárcel), cinco robos con intimidación a entidades bancarias (25 años) y un delito continuado de robo de uso de vehículo a motor por los cinco turismos que sustrajeron para perpetrar los asaltos y huir (3 años de prisión). Además les acusa de dos faltas de lesiones.

El esloveno Mario S. y los vecinos de Porriño Pablo G. Ch. y José Conde Rodríguez, todos ellos con antecedentes aunque en algún caso no son computables, comparecieron ayer en la vista de su prórroga de prisión mediante videoconferencia desde A Lama. En octubre se cumplen dos años de su detención en Baiona, cuando huían en un vehículo robado a una de sus víctimas y, de no adoptarse la medida de mantenerlos en el centro penitenciario, habrían tenido que ser excarcelados.

El modus operandi de la banda era siempre el mismo, según el fiscal; un encapuchado armado con un cuchillo de grandes dimensiones accedía a la sucursal bancaria, intimidaba al único empleado que solía estar allí y huía con un botín de entre 3.000 y 4.000 euros. Fuera le recogía un cómplice con un coche robado que abandonaban poco después para huir ambos en un segundo vehículo que los recogía.

El escrito de acusación recoge que los tres imputados, junto con Luis O.F. "puestos de común acuerdo" colaboraron y actuaron en diversos hechos delictivos contra el patrimonio, con reparto de funciones: sustraer vehículos para los atracos, entrar en oficinas bancarias o vivienda y facilitar la huida esperando en las inmediaciones.

Así, el fiscal sostiene que el 17 de octubre de 2012, sobre las 22.00 horas, Pablo, José y Luis se hicieron pasar por repartidores postales y lograron que les abrieran al puerta en un domicilio de la calle Alfonso X el Sabio de Vigo. Uno de ellos golpeó en la cara al vecino, lo tiró contra un sofá, le ataron las manos a la espalda, le amordazaron y amenazaron con "pincharle" si se movía, a la vez que le tapaban los ojos y mantenían el cuchillo en su cuello. Se llevaron más de 1.000 euros en efectivos, un móvil, dos botellas, las tarjetas de crédito y las llaves de su Mercedes, en el que finalmente serían detenidos días después.

El 19 de octubre, a las 8.35 horas, Pablo y José atracaron la sucursal de Abanca en Fornelos de Montes, según la acusación. Mientras uno esperaba con un Renault 19 sustraído en la puerta, el otro -cubriéndose el rostro- esgrimió un cuchillo de 40 centímetros de hoja y logró 3.335 euros tras intimidar a una empleada.

El 23 de octubre, Mario, Pablo y José, según el Ministerio Público, atracaron la sucursal de Banesto en As Neves. Pablo accedió a la oficina, mientras los otros le esperaban en el Renault 19 robado, y con un gran cuchillo intimidó al empleado llevándose 2.750 euros.

El 29 de octubre el asalto tuvo lugar en la oficina del Banco Santander en Arbo. La Fiscalía sostiene que mientras Luis esperaba en un Ford Focus, Mario entró en la sucursal y con un cuchillo exigió el dinero a un empleado. Cuando vio que también había otra trabajadora, los encerró en el almacén y logró un botín de 17.325 euros. El 6 de noviembre, en la sucursal de Banesto en Rosal, obtuvieron 3.285 euros y el 13 de noviembre en el Banco Santander del mismo municipio 3.600 euros. Huían en el Mercedes robado a su víctima cuando fueron interceptados.