Antonio C.T. negó ayer ante el tribunal, la versión ofrecida por la víctima de que había intentado electrocutar a su pareja arrojando un calefactor al agua del baño en el que se encontraba ella justo instantes antes de que se produjese el incidente en la que la agarró por el cuello.

La mujer, sin embargo, insiste en que fue así. En el juicio aseguró que el acusado echó la cortina del baño para que ella no pudiese ver lo que estaba haciendo y luego arrojó al agua el electrodoméstico enchufado. Saltó el diferencial y no se produjo descarga alguna, según ella, pero afirma que vivió unos momentos terribles: "Se quedó el baño a oscuras y yo tenía mucho miedo, pensé en que esto no podía estar pasando mientras él se reía y me decía que ya sabía que no me iba a pasar nada, que tan solo quería asustarme y darme una lección".

La fiscal retiró este episodio del calefactor de su escrito de acusación al entender que no quedó probado que sucediese. Los policías que entraron en la casa no vieron restos de agua en la vivienda, ni tampoco toallas, y los médicos no observaron que la mujer llevase el pelo mojado.