El juez ve "imposible" el asesinato de Asunta sin la participación de Basterra. Tanto, que a lo largo del auto le da una posición protagonista. Por su actitud hacia Rosario, a la que sometió presuntamente a un "plan maquiavélico" para que volviese a él tras la ruptura; y por su papel en el crimen. Taín apunta un posible móvil que implicaría a ambos progenitores -el "abandono" al que someterían a la niña-, pero otros dos motivos tendrían como germen a este periodista en paro: el sexual, por el "comprometedor" contenido de su ordenador o el ADN que apareció en las bragas de la menor; y uno con fondo económico, con el que buscaría, a través de un plan conjunto, retener para siempre a su exmujer, y no por amor, sino para asegurarse un buen futuro económico.

| Conocedor de las "flaquezas" de su exmujer. Taín dice de Rosario que era una madre a la que cualquier gestión relacionada con su hija le producía un "estrés insoportable". Y Basterra, en su plan "maquiavélico" para que volviera a ella, habría usado esa flaqueza, enviándole correos recordándole "cuestiones triviales" como vacunar a la niña o realizar las facturas de la asistenta con el objeto de que se viera "superada" por estas labores de las que, antes de divorciarse, se encargaba él.

| Una compra ingente de Lorazepam. Una de las pruebas en su contra es que adquirió entre julio y septiembre 175 pastillas de Lorazepam. Algo que el juez ve muy "sospechoso", sobre todo porque esas compras coinciden con los episodios de sedación a Asunta.

| Indicios de su presencia en el lugar del crimen. El juez cree que estuvo en el chalé de Teo y participó, junto a su exmujer, en el crimen de su hija. Considera que miente cuando dice que se quedó toda la tarde en su piso.

| Coartadas. El instructor destaca que Alfonso siempre trató de buscarse "coartadas", "impunidad". Como eludir las cámaras de seguridad del centro de Santiago la tarde del crimen.