El viceprimer ministro italiano, Angelino Alfano, alertó ayer de que la tragedia ocurrida frente a las costas de Lampedusa, en la que han muerto al menos 111 inmigrantes tras naufragar su barco, no será "la última" y ha adelantado que el Gobierno propondrá a la isla para el Nobel de la Paz. "No hay ninguna razón para pensar que cuanto ocurrió ayer en Lampedusa será la última vez", subrayó en una omparecencia ante la Cámara de Diputados para informar de la tragedia, tras visitar ayer la isla.

Alfano, que también es ministro del Interior, avisó de que la UE debe decidir "si protege sus fronteras, lo que significa proteger a sus ciudadanos, pero también protege de la muerte a aquellos que cruzan esas fronteras".

En este sentido, reclamó que se refuerce el sistema de protección de fronteras y que FRONTEX incremente su vigilancia y precisó que Italia dará prioridad al tema de la inmigración durante su presidencia de turno de la UE, en el segundo semestre de 2014. "Hoy en día tenemos un nuevo check-point Charlie --el célebre puesto de control en el Berlín dividido tras la Segunda Guerra Mundial-, se encuentra en el medio del Mediterráneo y se llama Lampedusa", ilustró.

Por otra parte, las malas condiciones meteorólogicas obligaron ayer a suspender la búsqueda de los cuerpos de los inmigrantes que han quedado en el interior del barco, a unos 50 metros de profundidad. Los buzos de la Guardia de Finanzas y de los Carabineros estaban en el lugar a la espera de que mejore la situación para retomar su labor.

Y el Papa Francisco volvió a referirse a esta tragedia con palabras duras. Y lo hizo durante su visita a Asís, la ciudad natal de Francisco de Asís, el santo que abrazó la pobreza y del cual ha tomado prestado el nombre. "Éste es un mundo salvaje que no da trabajo, que no ayuda, al que no le importa si hay niños que mueren de hambre, si hay familias que no tienen que comer ni la dignidad de llevar el pan a casa, si hay gente que huye de la esclavitud, del hambre, buscando la libertad y que encuentra muchas veces la muerte, como ha ocurrido ayer en Lampedusa", aseguró el Pontífice.