El trabajador Isaac González Carneiro, de 29 años y vecino de Baiona, sufrió abrasiones de primer y segundo grado en brazos y cara a consecuencias de una deflagración en la sala de máquinas de un buque en el que trabajaba en Astilleros Armón de Vigo a primeras horas de la tarde del viernes. Empleado de la auxiliar Vigra, estaba pintando con otro compañero cuando se vio envuelto por el fuego. Ahora se recupera en la unidad de quemados de Povisa.

La central sindical CIG ha anunciado que llevará el caso a la Fiscalía de Siniestros Laborales para exigir responsabilidades penales y civiles por posible negligencia. Para ello pedirán que se investigue quien dio las órdenes de trabajo y si se cumplió la Ley de Riesgos Laborales.FARO intentó conocer también la versión del astillero, pero fue imposible contactar con sus responsables.

- ¿Qué tal se encuentra?

- He tenido mucha suerte porque estoy vivo. Pudo ser mucho peor. Aunque tengo quemaduras de primer y segundo grado en los brazos y en la cara.

-¿Cómo se produjo el accidente?

-Eran sobre las cuatro y media de la tarde. Un compañero y yo estábamos pintando el tanque, bueno yo hacía la pintura, y otros dos operarios estaban soldando en el mismo lugar. Llegó el jefe de buque y avisó al encargado de que no se podían hacer las dos cosas a la vez, que era peligroso. Entonces tuvo lugar la deflagración.

-¿En qué zona del barco se encontraban?

-En la sentina de la sala de máquinas. Vi el fuego correr desde el soplete hasta la boca del tanque y ya me tiró sobre mi jefe. Estaba ardiendo y salí corriendo pidiendo auxilio. Varios soldadores me ayudaron. La cara y los brazos me ardían y ellos me echaban agua. Lo que más me duele es que no se llamó a Urgencias Sanitarias para pedir una ambulancia, avisaron a otro empleado de Vigra, me sacaron en una furgoneta de la empresa y me trasladaron al hospital.

-¿Algún otro trabajador resultó herido?

- Afortunadamente no. Estábamos unas seis personas en la sala de máquinas, pero el fuego vino a mí directamente. Los soldadores llevan prendas especiales que les aíslan, y aunque a uno de ellos las llamas le llegaron a la ropa no se quemó.

- Parece molesto con el trato recibido

-Sí, creo que debo denunciar lo ocurrido. Que se investigue el accidente laboral hasta el final, y si hubo negligencia que paguen los responsables. Sabemos que no se puede pintar y soldar a la vez en el mismo recinto, pero si te dicen ¡pinta!, pintas, porque en caso contrario puedes quedarte sin trabajo. ¡Y trasladarme al hospital en una furgoneta!