El 3 de diciembre de 1967 el cardiólogo sudafricano Christian Barnard pasó a la historia de la medicina por ser el primer cirujano en realizar el primer trasplante de corazón funcionante en el mundo. El receptor fue Louis Wahskanski, un comerciante de Ciudad del Cabo con una insuficiencia cardiaca terminal asociada a una diabetes. La cirugía se completó con éxito y la noticia dio la vuelta al mundo, aunque el paciente solo sobrevivió 18 días. Una neumonía acabó con su vida y ensombreció el avance médico, que estuvo rodeado de una gran polémica. No fueron pocas las voces que cuestionaron el derecho de los médicos a reemplazar este órgano y el propio Barnard reconoció que fue acusado de "ser un carnicero". Apenas un año después, Europa y Estados Unidos se sumaron a esa nueva carrera científica.

Para celebrar el primer trasplante de corazón funcionante en España hubo que esperar 16 años más. Tuvo lugar en el Hospital Santa Creu i San Pau de Barcelona en mayo de 1984. Esta vez sí fue un éxito real. Los doctores Caralps y Josep Oriol salvaron la vida a un joven de 33 años que sufría una miocardiopatía dilatada. Aquella cirugía duró 58 minutos .

El trasplante cardiaco alcanzó su máximo histórico en España en el año 2000, con 353 intervenciones. Ahora, la cifra está estabilizada y el objetivo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) es elevar el número de donación para reducir al máximo la lista de espera. Una de las medidas que lo permitirá es el aprovechamiento de órganos de personas con hepatitis, gracias a que los nuevos antivirales logran curar el virus en un porcentaje elevado de casos. De hecho, en España ya se han trasplantado los dos primeros corazones con éxito.