"Educar entre dos no es dividir, ni repartir, sino compartir", indicaron la psicopedagoga y orientadora Pilar Guembe, con el doctor en Filosofía Carlos Goñi en Club FARO. Ambos formadores, con más de 25 años de trayectoria en la enseñanza, fueron presentados por la subdirectora de ESO y Bachillerato del colegio de Fomento Las Acacias, Inma Beloso, que avanzó uno de los proverbios identificado con la doctrina de Guembe y Goñi: "Si quieres llegar pronto, ve solo; si quieres llegar lejos, ve acompañado".

Goñi comenzó indicando qué significa "Educar entre dos", lejos del típico rol de 'poli bueno' y 'poli malo'. "No se trata de repartir tareas entre los padres, sino de compartir entre los dos un mismo criterio que contemple la exigencia y el cariño", resumió. Asimismo, el experto incidió en que la educación de los hijos depende "mucho más de lo que se cree" de la relación que exista entre la pareja. "Si esta funciona bien, también lo hará la educación de los hijos", apostó.

Y "porque quererse bien no es tan fácil" -añadió Goñi- dio una lista de diez claves para que la relación y, por tanto, la familia, funcionen bien. En primer lugar situó "tener objetivos vitales comunes" y, parafraseando una canción de Sabina, recordó que "dos es más que uno más uno". También incluyó en la lista gozar de momentos juntos, consensuar un estilo educativo y gestionar las relaciones familiares. En quinto lugar, Goñi se refirió a la necesidad de la pareja de"respetarse siempre" y en sexto, a la de cuidar la relación. También considera parte del decálogo la buena administración del tiempo libre y admirar al otro; un aspecto que el filósofo indico en octavo lugar.

Comunicación

Compartir las tareas domésticas y la comunicación, otras de las claves que citaron. "Si la relación de pareja es como un huerto, el riego es la comunicación", ejemplificó Carlos Goñi. También ahondó en la importancia del seno familiar para "educar en lo inútil"; es decir, que los niños y niñas aprendan cuestiones como pedir perdón o dar las gracias. Se refirió a que en la actualidad hay muchos niños que son "huérfanos digitales" y animó a sus padres a aprender lo básico y dar criterios; ejercer como "controladores aéreos", antes de dejar a los menores solos ante la vorágine de las redes.

También indicó -junto con Pilar Guembe- que la sobreprotección y el consentimiento no son buenos para el aprendizaje.

La psicopedagoga y orientadora se referiría poco más tarde a la tarea de ser felices. "Los hijos nacen con derecho a la Educación, pero no educados. No hay que preocuparse, pero sí ocuparse de ello, porque es una tarea en la que el final sí depende del principio". Guembe dio claves para educar mejor: Aplazar la recompensa, educar en responsabilidad y en la resistencia a la frustración. La experta indicó que, a partir de los tres años los niños ya "pueden asumir normas".

En, ese sentido y paradójicamente, la profesora aseguró que muchas veces, lo que más necesitan los adolescentes son carencias materiales (accesorias). "No pueden tenerlo todo", recomendó. En esa misma línea y al término, durante el coloquio, la psicopedagoga aseguró que "los hijos necesitan tiempo, no cosas" y a veces no tenemos tiempo para lo que no valoramos bien.

"Cada hijo es un hijo único", prosiguió en su conferencia, "si educamos a dos niños igual, a alguno de ellos lo habremos educado mal, porque cada niño tiene sus especificidades, aficiones, formas de ser..."

Otra de las alusiones de la pareja para educar de forma correcta es hacerlo con el ejemplo. "El enemigo principal de la Educación es la incoherencia", indicaron, en relación a cómo actúan y se comportan los padres y lo que luego exigen a los hijos.

Educar es sacar de cada hijo su mejor yo, indicó Goñi poniendo la analogía de Miguel Ángel al esculpir el David. "Una definición poética pero real, porque los padres, más que moldear a nuestros hijos, debemos intentar sacar de cada uno lo mejor que puede llegar a ser".

Entre los textos que han publicado, entre otros, destacan "Aprender de los hijos", dedicado a la experiencia de ser padres, "Porque te quiero", sobre la etapa más decisiva en la educación de los hijos (de los 0 a los 12 años) y "Educar sin castigar", una propuesta de un nuevo estilo educativo. También son autores de "No se lo digas a mis padres" y "No me ralles".