Es uno de los rostros más conocidos del audiovisual gallego y uno de sus secundarios de lujo. Antonio Durán "Morris" reconoce estar viviendo uno de sus mejores momentos profesionales. A punto de estrenar en los cines, "Pieles", opera prima de Eduardo Casanova que se estrenó en la Berlinale, y "Dhogs", de Andrés Goteira, el actor vigués prepara su desembarco en "Fariña", la adaptación que Bambú Producciones hará para Antena 3 de la novela de Nacho Carretero sobre el narcotráfico en Galicia.

-Cuando a uno le dan un premio honorífico es inevitable hacer balance. ¿Cuál hace usted?

-Estoy muy agradecido, aunque también me asusta que me den este tipo de premios porque me encuentro en el momento en el que más estoy disfrutando de mi profesión y cuando te dan un premio a la trayectoria parece que ya recorriste un camino importante, y para mí lo importante empieza siempre mañana. Me gusta formar parte, de una forma u otra, de la historia de un festival de aquí. Y este me da un especial placer porque además sé, como vigués, que es muy duro levantar cualquier tipo de festival aquí. Esta es una ciudad que da mucha música y donde los músicos siempre se han sentido muy arropados, pero el audiovisual es otra cosa.

-¿No se sienten tan arropados?

-Es que aquí hay muy poquito, no se graban series, no hay productoras... Cuando se creó la TVG compañeros míos se fueron a vivir a Santiago, donde está todo centralizado y a veces es duro pelear desde aquí.

-Sin embargo, usted decidió quedarse en su ciudad ¿por qué?

-Yo viví unos años en Santiago y en A Coruña, pero está todo muy concentrado y me agobia un poco. Además, mis amigos son de aquí; no son del medio y para mí es una desconexión muy necesaria. De otra forma no descansas y ya es una profesión bastante obsesiva como para no tener esos momentos de desconexión. Vigo me gusta porque puedes pasar inadvertido. Es una ciudad bastante grande y cosmopolita, donde nadie te sigue los pasos. Y aunque aquí todo el mundo va muy deprisa, esto a un personaje público como yo le da mucha seguridad porque no tengo que rendir cuentas constantemente de lo que hago. Además, nuestra profesión se basa en poder observar a la gente y si me siento yo observado es difícil hacerlo. Vigo me da la oportunidad de ser más mirón que en otros sitios.

-¿Qué proyecto marcó un antes y un después en su carrera o a cuál le está más agradecido?

-Yo le estoy muy agradecido a mi papel en "A esmorga", pero si he de decir también un momento que supuso un punto de inflexión en mi carrera ese fue "Princesas". Hubo una época en que por mi personaje en "Pratos combinados" se me encasilló en la comedia y no me daban otros papeles, hasta que Fernando León me ofreció uno en "Princesas". Pero a estas películas tengo que sumar todas las horas que he hecho de televisión porque sin esta yo no sería actor, porque no tendría forma de vivir de esto. Crecí delante de una cámara de televisión.

-Usted ha encarnado a todo tipo de personajes...

-Tienes que tener la suerte de aprovechar esas oportunidades que te dan en papeles y salir adelante, que es lo que hacemos los secundarios en este país. Ahora me gustan los personajes que manejan un tiempo propio, con muchas aristas. Esto lo disfruto mucho. No sé si será por la edad pero ahora le busco todas las vueltas a los personajes.