La experta en nutrición Amil López comentó que hay estudios que apuntan a que el azúcar es "ocho veces más adictivo que la cocaína" e instó a las administraciones a vigilar la publicidad de alimentos con alto contenido en hidratos de carbono durante el horario infantil. "El azúcar está claro que crea cierta adicción, si desde pequeños la consumimos nos van convirtiendo en adictos desde edades muy tempranas. Es muy importante vigilar la alimentación de los niños en sus primeros años de vida", aseguró.

"El exceso de hidratos de carbono activa la insulina, que da el bajón de azúcar en sangre a partir de su acción y con esta bajada lo que notas es hambre, pero lo que no percibes es que aumenta el porcentaje de grasa porque cuando la insulina está alta se bloquea la quema de los depósitos de grasa. Por un lado, vuelves a comer con una falsa sensación de hambre y, por otro, al reducirse la quema de la grasas se siguen acumulando las calorías en forma de grasa de tus anteriores comidas; así que llueve sobre mojado. Al mismo tiempo aumentan los procesos inflamatorios en todo el cuerpo y el riesgo de sufrir las patologías de la civilización moderna: cáncer, hipertensión, colesterol, párkinson, alzhéimer, hiperactividad infantil o enfermedades autoinmunes", explicó López.

La clave está en controlar los niveles de insulina del cuerpo. Para lo que López destacó lo esencial de llevar una dieta equilibrada con cinco ingestas diarias. "Es importante reponer el azúcar en sangre cada cuatro o cinco horas cada día para que de esa forma nuestro cuerpo se desinflame", dijo. Además, esta experta aseguró que un desayuno salado, frente al dulce que suele protagonizar la dieta occidental es mejor para el control de la insulina a lo largo del día.