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Que las uvas no te den la Nochevieja

Los especialistas recomiendan no dar uvas enteras a niños menores de 5 años

Que las uvas no te den la Nochevieja

Las uvas son el producto estrella de esta noche. Sin embargo, no son aptas para todos los paladares, al menos no enteras. Para los niños, pueden resultar muy peligrosas, ya que pueden obstruir sus vías respiratorias y provocarles asfixia. Un artículo publicado en la revista "Archives of Disease in Childhood", de la revista médica "BMJ", advierte sobre el riesgo de ahogamiento que supone comer uvas enteras para los niños menores de cinco años. Los autores del estudio, expertos en medicina de urgencias, afirman que la mayor parte de la población no es consciente de este peligro.

Los productos alimenticios están detrás de más de la mitad de casos de asfixia mortal en ese rango de edades y las uvas, según este estudio, que recoge la agencia Sinc, son la tercera causa más común en incidentes de ahogamiento por comid. Según un estudio publicado en abril de este año en "Anales de Pediatría, de la Asociación Española de Pediatría, entre el 60 y el 80% de los casos de atragantamiento por alimentos son por vegetales y frutos secos, sobre todo cacahuetes (entre el 48 y el 50% de los casos) y semillas de girasol. Los caramelos son otro de los productos que están detrás de muchos atragantamientos en niños .

Según la Asociación Española de Pediatría, los casos de atragantamiento se dan mayoritariamente a edades tempranas, generalmente por debajo de los cinco años, y sobre todo en menor de dos con predominio en varones. La mayoría de estos episodios suceden cuando el niño están comiendo o jugando, y en presencia de otra persona.

Para que ni las uvas ni otros alimentos como nueces, piñones, avellanas o chucherías terminen amargando las fiestas, los especialistas gallegos recomiendan no tenerlos a la vista de los más pequeños y, desde luego, no dárselos a los niños. Para celebrar la entrada del nuevo año, las uvas partidas en trocitos son igualmente válidas si es que el niño quiere imitar la costumbre de los adultos delante de las campanadas de Fin de Año.

"Las vías respiratorias de los niños son más pequeñas, aún no tienen todos los dientes para poder masticar bien y su reflejo de deglución aún es inmaduro", explica el pediatra gallego Juan Manuel Sánchez Lastres.

En el caso de las uvas, explica, el peligro radica no que suelen ser más grandes que sus vías respiratorias. En este sentido, el estudio británico apunta que por su textura suave y su forma ovalada, la uva es más difícil de extraer sin las herramientas especiales.

Pero si a pesar de todo, el niño ha tragado un objeto, sólido o líquido, y muestra síntomas de atragantamiento -dificultad para respirar, tos, respiración ruidosa, con coloración morada en tez y labios- lo importante es actuar con rapidez. "Si el niño se atraganta, no hay que impedir que tosa porque este es el mecanismo más efectivo para desobstruir la vía aérea. Al contrario, hay que animarle a que siga tosiendo", explica el especialista. Por el contrario, no hay que intentar extraer el objeto de forma manual a no ser que este se vea con claridad.

Para ayudar al niño a expulsar el objeto se le puede aplicar la maniobra de Heimlich, que expulsa aire de los pulmones de la persona y le provoca tos. Si el atragantamiento es severo, hay que llamar al 061.

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