En la casa de San Adrián de Cobres de Corina Porro cada 1 de diciembre, día de su cumpleaños, ya es toda una tradición montar el Belén, una actividad en la que participan sus nietas, sus hijos, parejas y ella misma con mucha ilusión.

La presidenta del CES (Consello Económico y Social) vive con ilusión el momento de la creación del Nacimiento, cada año con alguna nueva figura, una pasión que heredó de su padre, Emiliano, un militar castellano "que cada año desmontaba dos puertas para crear un enorme Nacimiento que venían a visitar todos los niños del edificio de Ferrol donde vivíamos", recuerda emocionada Corina.

La política quiso continuar con esta tradición y desde que vive en esta hermosa casa, cada Navidad ocupa buena parte del espacio del garaje para dar vida a este pueblo en miniatura en el que no falta nada: figuras de los distintos oficios como carpinteros, agricultores, pescadores, la hilandera, el barbero, el pescadero, el arquitecto (en honor a su hijo), el alfarero... todos ellos alrededor de una plaza del pueblo, de Nazaret, perfectamente ambientada y con vida propia gracias al movimiento de buena parte de las figuras. Tampoco falta, por supuesto, el Misterio, el castillo de Herodes, un pueblo de montaña y numerosas fortalezas "que hicimos hace unos días con la ayuda de nuestro amigo Moncho Borrajo", cuenta risueña.

La que fuera alcaldesa de Vigo, presidenta del Puerto, conselleira y senadora, aprovechó siempre sus viajes en periodo navideño para adquirir en distintas ciudades figuras para ampliar su Belén. "Para mí siempre ha sido ilusionante montarlo; es mi mejor regalo de cumpleaños y he transmitido esa ilusión a toda mi familia. Ahora son mis nietas las que más lo disfrutan y también los niños que viven por la zona, a los que siempre invito a venir a verlo", relata Corina.

Una visión llena de magia y de ilusión que regala momentos de alegría a la política en medio del ajetreo diario.