Las "Badaladas pola prevención do suicidio" resuenan en Compostela desde el 3 de mayo con la intención de visibilizar una lacra que acompaña a la sociedad gallega: las altas tasas de suicidio y la inexistencia de un plan de prevención como recomienda la Organización Mundial de la Salud.

En Galicia muere por suicidio una persona cada día. La campanada es un acto simbólico en recuerdo de esa persona. Tras casi dos meses, la iniciativa del Movemento Galego pola Saúde Mental y SOS Sanidade Pública se repetirá hoy en Vigo (Praza da Constitución), Pontevedra (Peregrina), Cangas (Concello), Ourense (Xardíns Padre Feixóo), Santiago (Praza de Praterías), Riveira (Concello), A Coruña (Obelisco), Lugo (Praza Maior) y Ferrol (Praza de Armas) a las 20.00 horas.

En España las cifras están entre siete y ocho suicidios cada cien mil habitantes, sin embargo, en Galicia este número aumenta y se sitúa entre doce y dieciséis.

"Hemos llevado el tema del suicidio a sitios donde nunca se había hablado. La tarea de sensibilización es inmensa porque tenemos que hacer frente a algo que estaba en nuestra sociedad y de lo que aparentemente no se podía hablar", explica Miguel Anxo García, portavoz del Movemento Galego pola Saúde Mental, que se muestra satisfecho por la alta participación de colectivos muy dispares en las campanadas de Santiago. "La actitud de compromiso con modificar la situación hay que transmitirla a la sociedad para que llegue a los gobernantes. Tendrán que participar muchos agentes en la elaboración y aplicación de un Plan Galego de Prevención do Suicidio, que es ineludible que esté en los programas políticos de los partidos que se presenten a las próximas elecciones a la Xunta", apunta García.

Por su parte, Manuel Martín, portavoz de SOS Sanidade Pública, advierte de que mientras "aumenta el número de suicidios al calor de la crisis, sufrimos el desmantelamiento de los dispositivos sanitarios públicos, sobre todo de salud mental, que tendrían que combatirlos". "Con las badaladas de hoy hacemos un llamamiento a la sociedad gallega sobre un problema que pasa desapercibido pese a la importancia que ha cobrado", sostiene.