La noche como ambiente sonoro e inspiración del concierto que la Real Filharmonía de Galicia ofrecerá mañana, a partir de las 20.30 horas, en el Teatro AFundación de Vigo, bajo la batuta del gallego Diego García, que acaba de ser fichado por el Teatro Real de Madrid como asistente de la ópera de Rigoletto. No esperen un repertorio clásico de libro. No, el proyecto que el boirense ha preparado -con entradas casi agotadas- juega con la música contemporánea culta. "Serán tres estéticas del siglo XX totalmente diferentes. En un mismo concierto, van a escuchar varias cosas diferentes", explica el director.

Primero, ofrecerá la pieza Night music de Musgrave, que nunca antes ha sido interpretada en España. A continuación, Serenade II de Antheil y, por último, Frankenstein!! de Gruber. Quizás sea esta última la que más expectación cause por cantar la voz actual de Siniestro Total, Julián Hermández.

"Yo tenía muchas ganas de dirigir esta obra de Gruber porque me parece una genialidad; es icónica del último cuarto del siglo XX. La dificultad es que normalmente es el propio Gruber el que dirige sus piezas y también el que canta. Él escribe para un chansonnier, alguien que recita, que es un showman. Con la experiencia que había tenido con Julián Hernández y el Taller Atlántico Contemporáneo con el repertorio de Siniestro Total, y conociendo que él sabe alemán, inglés y que ha estudiado música, me pareció la persona ideal para hacer esto. Además, él es un letrista experimentado, lo que hacía falta para encajar el texto en la música", explica García.

"Musgrave -continúa- es una compositora escocesa. Me parecía interesante incluir el repertorio de una mujer. Es una compositora clave del siglo XX pero esta es la primera vez que se tocará esta obra en España. Musgrave no es muy tocada y me parecía injusto. Después también está Serenade II, de 1949-1950, más vinculada al Hollywood de aquellos tiempos".

No obstante, el propio director confiesa que "todo gira alrededor del Frankenstein!!. En esa obra, aparecen Batman, Robin (James Bond, Drakula), aparecen todos... Me parecía interesante la idea de los monstruos. Los textos de Frankenstein son de un poeta austríaco llamado H. C. Artmann. Él escribía sobre monstruos pero en el subtexto comunica que hoy en día hay monstruos reales a los que hay que tener más miedo. De ahí, de hacerlo de noche, para dar ambiente".

Cuando se le recuerda que Julián Hernández ha confesado sentirse muerto de miedo ante este proyecto, el director reconoce los retos: "Tiene muchas características especiales. Frankenstein!! es bastante virtuosa para los instrumentistas. Exige una cierta actitud, atendiendo a lo escrito en la partitura, porque tienen que tocar instrumentos de juguete con lo que el timbre habitual de la orquesta cambia. Eso viene de que los textos proceden de rimas infantiles. En medio de todo eso, está la figura central, el chansonnier. Cada personaje del poema tiene una personalidad diferente que este cantante tiene que reflejar en la voz y en la manera de recitar, los gestos y la interpretación. Eso pide mucho al intérprete, a Julián, quien ha hecho un trabajo extraordinario incluso en la traducción al español".

"Por otra parte, Night music tiene una estructura muy interesante. La orquesta tanto funciona como un grupo con dirección único, como otras veces se forman grupos diferentes como si los músicos -atendiendo a la partitura- se fueran por su lado, para después volver a coincidir todos. Tiene dos solistas, dos trompas, que además viajan espacialmente por el escenario durante la obra que está estructurada en varios movimientos, como si fueran sueños. Con Antheil, Serenade II, quería mostrar otra cosa. Tiene un toque que recuerda a las películas del Oeste. Me parecía muy interesante mostrar tres piezas totalmente diferentes", aclara un hombre cuyo proyecto que -a 48 horas del directo- casi tiene las entradas agotadas.

"Soy de la opinión que un buen teatro es el teatro que está lleno. Hay que hacer un esfuerzo, nosotros, los músicos, por abrir un repertorio y ofrecer cosas diferentes para llegar a otro tipo de público. El repertorio clásico de siempre lo adoramos pero también hay que ofrecer otro tipo de estéticas con el mismo rigor y profesionalidad", defiende.