La producción de ficción tanto para televisión como para cine en Galicia ya tiene la excusa perfecta para incrementar su apuesta por la acción. Se trata de la única empresa del género constituida en la comunidad: "Galaico Stunt", con sede en Moaña y que fundó el vecino de Cangas Óscar Franco, con una dilatada trayectoria en el mundo de las escenas de riesgo. Esta compañía dio sus primeros pasos hace ya un par de años y la integran 15 personas, todas ellas de Moaña y Cangas, que, en palabras del propio Franco, se encargan de "vender acción a productoras y cadenas de televisión. Ellos incluyen escenas de este tipo en un guión y nosotros las representamos". Un atropello, una pelea, una caída por unas escaleras, explosiones, escenas de riesgo con vehículos o incluso personas en llamas. Los especialistas en cine de Galaico Stunt se encargan de hacer realidad todas estas situaciones que se convierten en fantasía al ser captadas por una cámara de vídeo.
Óscar Franco, Bea Veiga, Fani Veiga, Pedro Veiga, Facu Vidal y Álex Fernández, vuelan en Moaña. // Gonzalo Núñez
Como colectivo ya han trabajado en programas como A Casa da Conexa o Desexos Cumpridos, de la TVG. Asimismo, interpretaron una escena de zombis que se emitió en la gala de los premios Mestre Mateo.
También participaron en películas como O Códice Calixtino, "en donde hice de doble de Miguel de Lira en una escena en la que se caía por unas escaleras", explica el coordinador de la empresa. Su trabajo también se puede ver en la película Schimbare, del director Álex Sampayo. El próximo estreno de Luis Tosar, El Desconocido, que interpreta en las escenas de riesgo a la hija del personaje que encarna el reconocido actor lucense.
Franco tuvo la idea de montar esta empresa tras 10 años trabajando en este sector. Lo hizo en espectáculos de los parques de atracciones Warner y PortAventura, así como en series españolas como Águila Roja (también en la película), Los Hombres de Paco o Hospital Central y en un buen número de trabajos para la gran pantalla. "La idea que teníamos era fomentar la acción en Galicia. Animar a las productoras a que hagan acción", indica el moañés. Señala, asimismo, que la intención con la que trabajan es lograr que se incremente la apuesta de las producciones gallegas por este tipo de escenas. "Que se den cuenta de que la acción es un complemento más, como el vestuario o el maquillaje. Entendemos que es mucho más accesible para las productoras teniendo a los especialistas en casa", señala.
La buena forma física es esencial para los integrantes de este proyecto. De hecho, el propio Franco es profesor de taekwondo y compite en pruebas de descenso de trial. El taekwondo, el atletismo o el descenso en bicicleta son actividades que comparten casi todos ellos, seis de los cuales realizaron ayer una pequeña demostración de sus habilidades para situaciones de riesgo en la isla de Samertolméu. Demostrando también cómo se conduce un quad a dos ruedas.
Pedro Veiga, bombero de profesión, explica que "la forma física es muy importante para estas escenas, pero lo principal es entrenar. La técnica es la clave para saber ejecutar los ejercicios". El coordinador señala que entrenan de forma conjunta "un día cada semana, en un pabellón de Moaña", pero matiza que todos los componentes del colectivo "se preparan a diario por su cuenta".
Fani Veiga, por su parte, explica que entraron en el mundo de las escenas de acción tras conocer a Óscar Franco. "Nos metió en este vicio de las acrobacias". No oculta la intención que tienen de acabar "viviendo de esto", aunque señala que en Galicia es más difícil que en otros puntos del Estado como las grandes ciudades, en donde existe un mercado más amplio.
Junto a ellos, en la cita de ayer participaron también Álex Fernández, Facu Vidal y Bea Veiga.
Franco reconoce que las producciones de ficción en Galicia todavía flojean en escenas de acción. "Creo que la razón principal es no saber que cuentan con los profesionales cerca". Eso sí, no se queja y asegura que las productoras "están empezando a contar con nuestro trabajo. A confiar en nosotros porque les damos resultados de forma rápida", valora.
Inicios
Acostumbrado a arriesgar el físico en cada rodaje aunque luego no sea su cara la que se hace famosa, el actor especialista Óscar Franco se formó, sobre todo, fuera de Galicia. Uno de sus primeros trabajos en este mundo llegó en 2006, cuando empezó a interpretar a Batman en un espectáculo del Parque Warner de Madrid. Caídas desde ocho metros de altura o quemarse a lo bonzo constituían su día a día laboral.
Uno de los rodajes más intensos en los que trabajó fue el de la adaptación cinematográfica de la exitosa serie Águila Roja. A lo largo de la película muere hasta en ocho ocasiones, interpretando a distintos personajes. Cinco intensos días de rodajes en los que vio como le cortaban la cabeza, se caía por un barranco, le tiraban una piedra a la cara o le clavaban una espada en el estómago.
Todo un experto en interpretar las formas más dispares de morir que ahora trata de decantar definitivamente a la ficción gallega hacia la acción, haciendo que las explosiones y escenas de riesgo que hace años eran propias del cine norteamericano sean algo habitual también en las series y películas que cuentan la realidad más próxima.
