La Fiscalía de Pontevedra fue ayer el escenario de un encuentro de trabajo entre el fiscal coordinador en materia de seguridad vial en Galicia, el fiscal Carlos Gil, y los máximos responsables de la jefatura provincial de Tráfico, la Guardia Civil de Tráfico y las policías locales de la provincia con el objetivo de unificar criterios a la hora de actuar contra nuevos supuestos en materia de accidentes y seguridad en carretera.

Una de las principales novedades fue que el fiscal abrió la posibilidad de que la no utilización (o el uso negligente) de los sistemas de retención infantil en los vehículos podría ser perseguida por la vía penal en el caso de que el menor sufriese un accidente grave que acabase con su vida o le provocase heridas de gravedad.

Según las palabras del propio fiscal de seguridad vial ayer en la reunión en Pontevedra, se podrían exigir responsabilidades penales a los tutores legales del menor, o a quien tuviera en el momento del accidente la obligación de la guardia y custodia del mismo, si el niño no estuviera utilizando los sistemas de retención obligatorios que exige la ley y sufriese un percance de gravedad.

La figura delictiva que se podría utilizar es la del homicidio por imprudencia grave "en los casos más extremos".

El intendente jefe de la Policía Local de Pontevedra, Daniel Macenlle, explicaba ayer al término de la reunión mantenidaque, hasta ahora, la no utilización de los sistemas de retención se ceñía a una sanción en el ámbito administrativo, pero que el objetivo del encuentro mantenido ayer con la Fiscalía era "afinar aquellas conductas que sean las más graves y establecer los criterios para que vayan por la vía penal".

Añadió que, sería en aquellos casos de reincidencia en la no utilización de estos dispositivos o en los de fallecimiento del menor cuando "se podría estudiar" esta vía.