La Organización Mundial de la Salud (OMS) está bajo sospecha después de que varias voces denunciaran que se favorecieran intereses farmacéuticos con la excesiva alarma de la gripe A, pero para el prestigioso médico gallego José María Eiros -asesor de la OMS y director del departamento de Virología del Clínico de Valladolid, uno de los tres centros de referencia de la gripe en España- el organismo “hizo lo que tenía que hacer”. “La OMS ha hecho algo loable, que es encargar una auditoría externa para ver si hubo prácticas anómalas y actuar en consecuencia”, afirma. “La capacidad de morbilidad fue muy similar a la que habíamos visto en el hemisferio sur y nosotros eso lo dijimos desde el principio”, matiza.

En relación al escaso éxito de las vacunas, el ex director del Centro Nacional de Microbiología asegura que “no tiene sentido dudar de la seguridad de las vacunas porque son tan seguras como las de siempre”. “En gripe siempre debemos estar vigilantes, por eso no se puede decir que el virus H1N1 esté totalmente superado en España”, añade.

Por otro lado, lejos de pensar que las pandemias víricas serán en el futuro el principal riesgo para la salud pública, José María Eiros lo tiene claro: “El gran riesgo es la infección hospitalaria, un tema al que no siempre dedicamos mucha atención”, dice. “En macrocomplejos hospitalarios, como los de Vigo o A Coruña, pueden circular hasta cinco mil personas al día, con cerca de dos mil ingresadas. Eso quiere decir que en el ámbito de las intervenciones quirúrgicas y cuidados intensivos hay problemas infecciosos que son difíciles de controlar porque los microorganismos que los causan son propiamente patógenos y porque crece la resistencia a los tratamientos antibióticos”, explica el médico formado en el clínica Mayo de Estados Unidos.

A este problema, Eiros añade la prolongación de la vida y de la mejora de sectores patológicos como el oncológico. “Los pacientes se ven sometidos a tratamientos prolongados que tratan primariamente un cáncer pero secundariamente bajan las defensas y éstos están expuestos a enfermedades infecciosas que pueden condicionar la patología y esa es una verdadera epidemia del mundo civilizado”, argumenta.

El uso de antibióticos

El campo de los fármacos le permitió obtener en 2003 el premio Caixanova de investigación por un estudio que alertaba sobre el mal uso de los antibióticos en las urgencias hospitalarias. “Existe una enorme variabilidad en los criterios y una gran inadecuación en la prescripción. Casi la mitad de los antibióticos que se prescriben en urgencias están mal dados”, asegura. “Sabemos que los hospitales docentes, en los que existe pediatría diferenciada en urgencias, se prescribe mejor. Donde se estudia y se genera conocimiento se funciona mejor”, añade.

Por otra parte, Eiros reconoce que el bioterrorismo sigue siendo una prioridad total para la OTAN. “Se han creado unidades diseñadas para hacer frente a situaciones de emergencia a través de una línea de investigación desarrollada con el personal de la seguridad del Estado”, apunta.