De los 17 investigados inicialmente en el denominado como caso de los "miguelianos", poco a poco se va clarificando quienes son las personas que pueden acabar por sentarse finalmente en el banquillo de los acusados de la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra, al menos a tenor de los pasos que están dando tanto la acusación pública como la particular.

Si bien en los últimos días trascendía que la Fiscalía solicitó a la Audiencia el procesamiento de un total de siete personas (además del líder, Miguel Rosendo, de Ivana Lima e Iria Quiñones, dos de las consagradas; y de Esteban R. M., padre general de los consagrados; José Carlos A.M.; Belén E.F., vocal de la junta directiva; y Dolores E.L., fiscal de la orden); ayer la acusación particular que ejercen las familias de las víctimas confirmó que se pedirá la apertura de juicio oral únicamente de cuatro investigados: Miguel Rosendo, su esposa y sus dos hijos.

Así lo explicó la abogada que representa a las víctimas y que ejerce la acusación particular, Ana Reguera, quien recordó que, desde el inicio de la instrucción de la causa la parte a la que representa nunca dirigió su labor acusatoria "contra nadie que no fueran estas personas": Miguel Rosendo, su mujer y sus dos hijos.

La abogada explicó en declaraciones a FARO que "discrepa" con el criterio de la Fiscalía al no incluir en su petición de procesamiento a estos tres familiares directos del supuesto líder de la orden, puesto que cree que hay indicios de que pudieran haber incurrido en alguno de los delitos que se investigan en la causa, que van desde abusos sexuales a delitos contra la integridad moral, asociación ilícita, contra la Hacienda Pública o blanqueo de capitales. De hecho, señaló su posible participación no solo en los delitos de índole económico que se investigan, sino también "en las vejaciones y humillaciones" que habrían sufrido las víctimas de estos hechos.

La letrada no quiso entrar a valorar el contenido de la rueda de prensa que ofrecieron el pasado viernes en Pontevedra tres de las antiguas mujeres congregadas en Orden y Mandato de San Miguel Arcángel. No obstante, sí dijo que considera un "error" estas comparecencias públicas que están realizando, así como su "falta de prudencia". "Cada uno es libre de opinar lo que quiera en público, pero salir a defender de esa manera al que fue su líder con todo lo que hay encima" cree que es un "error". Además, calificó como "barbaridades" muchas de sus afirmaciones, haciendo especial hincapié en aquellas que señalaban al clérigo Isaac de Vega (que denunció estos hechos) como autor de un "montaje" que tenía como objetivo la destrucción de Orden y Mandato. Reguera, que representa al religioso en otro procedimiento, no descartó iniciar acciones legales por estas declaraciones (especialmente por las manifestaciones que aluden a supuestas coacciones y agresiones físicas del religioso a estas mujeres) aunque por ahora afirma que prefiere centrar sus esfuerzos en ejercer la acusación particular en este proceso.

El hecho de que ni la Fiscalía ni la acusación particular pida el procesamiento de la que era considerada mano derecha de Rosendo, Marta Paz, confirma que la Audiencia le retirará con casi toda seguridad su condición de investigada y que no se sentará en el banquillo. Ayer, Ana Reguera, insistía en que "lo que nosotros dijimos siempre es que Marta era otra víctima más en ese asunto, lo que pasa es que ella todavía no lo ve y sigue defendiendo a su líder, porque no es capaz de verlo".