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Pico y pala contra la Tradescantia

Un estudiante de Forestales inicia una investigación, en colaboración con Vaipolorío, sobre una de las especies invasoras que avanza con más rapidez en el entorno del Gafos

Tomás López, a la izquierda, procede a preparar una de las parcelas a orillas del Gafos. // Gustavo Santos

El entorno del río Gafos, al igual que la mayoría del territorio natural gallego, adolece por las consecuencias que las especies invasoras, vegetales y animales, tienen sobre las autóctonas. Conseguir "limpiar" las orillas es el objetivo de un proyecto puesto en marcha por un alumno de la Escola de Enxeñaría Forestal, Tomás López, y la asociación Vaipolorío.

Para empezar, el estudiante ha comenzado a instalar parcelas en determinadas zonas para proceder al estudio y eliminación de la especie Tradescantia Fluminensis, originaria de Brasil y Argentina. Para ello cuenta con el visto bueno de la Xunta de Galicia.

El joven entró en contacto con Vaipolorío a través de la facultad, a donde el colectivo acude con cierta frecuencia para dar charlas explicando su labor de cuidado del río Gafos.

"Instalaremos una serie de parcelas para controlar y estudiar la especie. Utilizaremos varios métodos para ver cuál es más efectivo aquí", explica.

La Tradescantia Fluminensis es solo una de las muchas especies invasoras que se han adentrado en las orillas del río. "Hemos escogido esta para empezar el estudio porque es la que más extendida está y la que presenta una situación más grave. Además, su propagación es más rápida que la de otras especies", añade.

Tal y como asegura Tomás López, se cree que la especie llegó desde Sudamérica porque tiene valor como planta ornamental, tal y como sucede con el conocido Plumero de la Pampa, muy extendido por Galicia y que también supone una amenaza natural.

"La diferencia es que la Tradescantia es una planta rastrera y el Plumero no", señala.

La mayoría de las especies invasoras afectan desplazando a las autóctonas que ya habitaban en la zona.

El trabajo de fin de grado del estudiante consiste en dividir en varias zonas y tipos de parcelas. "Hemos elegido dos técnicas porque nos han parecido las más adecuadas para la zona y porque son las que mejor resultado pueden dar. Todavía nos quedan por instalar unas cuantas. En unos seis meses aproximadamente podremos analizar los datos que recojamos allí", avanza.

Básicamente, en unas parcelas se tapó a la planta con unos plásticos para evitar que le dé la luz y ver cómo reacciona ante su falta. En otras se eliminaron manualmente todas las Tradesncantias, incluida la raíz. Habrá que esperar a ver si se desarrolla. "De ahí podremos averiguar el carácter invasivo que tiene", considera.

"La eliminación de especies invasoras es muy difícil porque están muy bien adaptadas y vayas por donde vayas están. Las autóctonas están acostumbradas al clima y la tierra propias, pero cuando viene una del extranjero que no encuentra competidoras se extiende de forma descontrolada".

Los resultados del trabajo se conocerán la próxima primavera, en mayo, ya que se trata de una evolución lenta. La idea es que a raíz de ciertas conclusiones se pueda proponer en el mes de julio una gestión de la planta en la zona.

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