Asombradas al superar todas las expectativas, las propias vendedoras del Mercado de Abastos reconocían ayer que no se esperaban el aluvión de ventas en las horas previas a Nochevieja, habitualmente menos intensas que las de Navidad. No obstante, en este 2018 la demanda se ha mantenido muy elevada, lo que sumado al mal tiempo explica que los precios se incrementasen incluso entre un 20 y un 25% más respecto a la pasada semana.

En general en Fin de Año cambia el patrón de compra: los mariscos y el bacalao con coliflor y hoja de cántaro, más frecuentes en la mesa de Nochebuena, dan paso a otras alternativas como la vieira y almejas, si bien continúa con una demanda alta el bogavante.

"Hoy las ventas están muy diversificadas", reconoce una vendedora que apenas tiene tiempo para responder ante las numerosas peticiones de los clientes. Y es que a mediodía literalmente decenas de personas se agolpaban delante de algunos puestos y se vendía "de todo", señala la misma fuente.

Por lo que respecta a los precios, según los puestos, la veteranía de los clientes y su experiencia en la compra oscilaron en el caso de la nécora entre los 70 euros el kilo los ejemplares más grandes a los 60 y 40 los medianos y pequeños, respectivamente.

El percebe rondó en el mejor de los casos los 80 euros (aunque de nuevo subió sensiblemente en momentos puntuales y si se trataban de ejemplares grandes) 35 la centolla, 15 el buey y 55 el bogavante, que suele ser bastante demandado en Fin de Año para las preparaciones con arroz. Todo ello siempre pensando en clientes veteranos y experimentados (una vez más, los turistas y novatos se llevaron la peor parte). También tuvieron gran salida en estas fechas las almejas, que se vendieron a precios entre 24 euros la babosa y 20 la japónica (un día antes se vendía a 18), un poco más cara que el berberecho, que las clientas con experiencia pudieron comprar a 15 euros. Mas cara salió la cigala: las muy pequeñas se vendieron a 45 euros, a 65 las pequeñas, diez euros más las medianas y a 90 las grandes.

La relación se cierra con las vieiras, que al igual que las almejas suelen contar con una importante presencia en las cenas de Nochevieja y se vendieron a 15 euros.

La importante demanda en la víspera de Fin de Año sorprendió a las propias profesionales de la Plaza porque solía ser menos intensa. A ello se sumó el mal tiempo, que redujo la oferta en las lonjas, lo que también repercutió en el alza de precios.