El proceso para unificar en la planta baja del Mercado todos sus puestos, con el traslado de los pocos negocios aún existentes en el segundo piso, así como de la lonja, sigue adelante, pero se retrasa. Lo que en principio se proyectaba para este mismo mes, se aplaza al menos hasta enero "para no interferir en la campaña navideña". Esta es la explicación oficial de la concejala de Promoción da Cidade, Anabel Gulías, si bien también existen otros obstáculos "de índole interno" que obligan a demorar el proceso.

Al margen de que un traslado en plenas fiestas supone un trastorno para los vendedores, las obras de acondicionamiento de los nuevos espacios aún no ha terminado y han surgido una vez más diversas reticencias entre los afectados, una constante desde que el gobierno local decidió despejar por completo la planta alta con el fin de crear en ese lugar un "espazo gastronómico" para tratar de revitalizar la actividad de toda la Plaza de Abastos.

Hace unas semanas el Concello emprendió las obras para acometer ese traslado. En el caso de las bancadas de frutas, ya se delimitó un espacio en el pasillo central, al lado de las flores, y se cambió el pavimento. Aunque aparenta ser más pequeño que el actual, el gobierno local asegura que ese espacio "es suficiente". También está en marcha la creación de una nueva lonja en su pasillo lateral, de modo que la zona acristalada de arriba, donde funcionaba desde 2003 cuando se abrió el actual edificio de la calle Sierra, quede disponible para jornadas gastronómicas, degustaciones, talleres y otras actividades, que ya se realizan ahora fuera del horario de subasta.

En cuanto a las escasas casetas de carne y otros productos que también bajarán de una planta a otra, existen varios espacios también delimitados, pero sin actividad. Por ello, descartado el mes de diciembre para ejecutar todos los cambios, también podría ser prematuro anunciarlos para enero.

Todo ello forma parte del proyecto municipal de concentrar la totalidad de puestos de venta actuales (salvo dos cafeterías de imposible traslado) en el bajo del Mercado, con el fin de crear un nuevo foco de atracción de clientes, basado en la gastronomía, en la segunda planta. Para este "espazo gastronómico" está previsto destinar el próximo año alrededor de 280.000 euros.