El río Lérez registra un caudal medio estos días de unos cuatro metros cúbicos por segundo, suficientes para garantizar por el momento el abastecimiento a la población pero muy lejos de la normalidad, de ahí que está decretada la alerta por sequía y el lunes esté convocada una reunión entre Augas de Galicia y los nueve municipios de la cuenca del río: Pontevedra, Marín, Bueu, Poio, Sanxenxo, Cotobade, Campo Lameiro, Cerdedo y Forcarei. En ella se analizará la situación y se podrían acordar las primeras medidas para el ahorro.

El Concello de Pontevedra ya anunció ayer que acudirá a la cita, si bien pone en foco en Ence, con una concesión aguas arriba de Monte Porreiro y que consume más que toda la población de la ría. Al margen de que el consumo humano tiene prioridad sobre el doméstico, el gobierno local cree que un "mayor control sobre los grandes consumidores" y una revisión de las "pérdidas de agua" de la canalización de la empresa sería suficiente para lograr la recuperación gradual del caudal del Lérez.

La Consellería de Medio Ambiente insiste que en la actualidad el abastecimiento de agua para el consumo diario por parte de la población y con destino a usos domésticos no presenta "ningún problema" pero advierte de la importancia de "no malgastar el agua que queda".

Uno de los objetivos de estas reuniones es identificar posibles "puntos débiles" en los sistemas de captación y abastecimiento de agua de los ayuntamientos para adoptar medidas que pudieran resolver problemas concretos: Recalcan que se trataría de "medidas puntuales y muy personalizadas".

La semana pasada, fuentes de Augas de Galicia señalaba que estas medidas de ahorro se extenderían, en cualquier caso y de ser necesarias, a usos no prioritarios del agua. A modo de ejemplo citaban posibilidades como limitar los baldeos de las calles, cerrar las fuentes ornamentales, reducir la presión en las redes de abastecimiento o regular también los usos industriales que pudieran suponer una importante detracción de agua.