Los viales de Lourido, Campelo y Casalvito se apuntan a la moda del badén. La Diputación de Pontevedra comenzó a instalar a principios de octubre una veintena de elementos reductores de velocidad, entre badenes y pasos de peatones, en estas carreteras que son de su titularidad.

"Son actuaciones que pertenecen al Plan de Mobilidade de la Diputación al que nos adherimos. Nosotros fuimos los que les propusimos los lugares concretos en base a las muchas peticiones de colectivos de vecinos y a nuestros propios criterios", expone el alcalde, Luciano Sobral.

Para el regidor, este tipo de actuaciones "parecen ser la mejor manera" para que muchos conductores reduzcan la velocidad en carreteras en las que en sus alrededores circulan bastantes peatones, ya que las barras sonoras "no nos han funcionado". "Hay zonas de mucho tránsito, como el parque de Ancar, en Lourido. Ahí es muy necesario prevenir al máximo posible", recalca Sobral.

La instalación de la mayoría de estos elementos está ya avanzada y a algunos les resta simplemente el pintado y la inclusión de señalización vertical.

El PP de Poio pidió en un comunicado que "las actuaciones no se queden exclusivamente en los badenes" y también se apueste por incluir las demandadas aceras en la carretera de Campelo. "Las reformas no se deben quedar ahí. También es necesaria la pavimentación, el saneamiento o la humanización del entorno", expresó el líder popular local, Ángel Moldes.

El regidor comulga, ya que entiende que el proyecto es muy necesario, aunque los badenes y pasos cebrados son un "primer paso y no restan". Como publicó FARO el pasado sábado, el Concello y la Diputación tienen previsto iniciar los trámites de expropiación de los terrenos necesarios para impulsar el proyecto de las aceras de Campelo.