Tres meses de prisión y una multa de diez días con una cuota de seis euros es la pena impuesta a un ciudadano de origen marroquí que en 2014 fue detenido por un caso de violencia de género.

Una vez en Comisaría, el acusado comenzó a golpear una puerta en la que causó destrozos por valor de 181 euros además de enfrentarse a los agentes, golpeando a uno de ellos con sus aspavientos, siendo condenado por un delito de resistencia y por una falta de daños.