Los equipos de rodaje y grabación de la película "La sombra de la ley", de Dani de la Torre, abandonaban ayer el Instituto Valle Inclán para rodar en una nueva localización, el magnífico Pazo de Lourizán de Montero Ríos. Los focos volvían a centrarse sobre un edificio que, pese a ser un emblema para la ciudad, sigue padeciendo un grave estado de deterioro tras años de abandono. Pese a protagonizar un crudo enfrentamiento entre Xunta (entidad que disfruta de la cesión del edificio) y la Diputación (propietaria del inmueble) desde hace año y medio, ambas administraciones todavía no han logrado buscar una solución al grave estado que presenta el palacio de Montero Ríos.
Fuentes de la consellería de Vicepresidencia insistían ayer en señalar a la Diputación a la hora de buscar responsables por el hecho de que el pazo no cuente a estas alturas con un proyecto de rehabilitación, ni con la financiación necesaria que permita evitar que el pazo siga caminando hacia la situación de ruina. "La Xunta ya presentó una solución para rehabilitar el pazo de Lourizán, para ponerlo en valor y para crear un centro de investigación puntero y mantener la titularidad pública del inmueble". Se referían a la propuesta que incluía la inversión de 5 millones por parte Ence para rehabilitar el pazo a cambio de instalar en él un centro de investigación. "Esa solución estaba clara y contaba con financiación asegurada", añaden.
Afirman que Vicepresidencia cumplió con su cometido dado que "hacía falta encontrar dinero para rehabilitar el pazo y la Xunta lo encontró; cinco millones para rehabilitación y cinco millones más para proyectos de investigación". "La solución estaba encima de la mesa. Era buena económicamente, buena técnicamente, buena en cuanto a agilización de los plazos y buena para la administración pública, que en ningún caso perdía la titularidad del inmueble", señalan estas mismas fuentes de Vicepresidencia.
"Esa era la solución de la Xunta, la única que se discutió", zanjan, y añaden que "la Diputación dijo que no y no ofreció alternativas". "Seguimos sin ver ninguna explicación del vicepresidente Mosquera que por qué cambió de idea", añaden, al señalar que "fue él quien dijo, cuando ya se sabía que Ence estaba detrás del proyecto, que la Diputación no pondría problemas". "Luego resultó todo lo contrario y que la Diputación rechazaba una inversión de 10 millones de euros".
Desde la Diputación rechazaron la colaboración de Ence, una empresa privada, en este proyecto. Además criticaron la "falta de rigor" del proyecto de I+D que planteaba la pastera. "No hay un proyecto serio encima de la mesa sino nada más que tres hojas", insistía la presidenta de la institución, Carmela Silva hace meses.
Desde la Diputación siempre se recordó que el convenio firmado en el año 1991 obligaba a la Xunta a conservar el inmueble y afirma que la administración autonómica "no lo hizo nunca". Se culpó a la Consellería del actual estado de deterioro del inmueble debido a esta falta de labores de conservación y exigía a la Xunta que cumpliese con el convenio no solo en este aspecto, sino también en un compromiso de inversión que ya se recogía entonces en el convenio por el que se iban a destinar 25 millones de euros a la creación de un centro de I+D en estas instalaciones.
Sea como fuere, de momento el Palacio de Montero Ríos continúa languideciendo incluso ante los focos y las cámaras que llegan a él para rodar producciones cinematográficas como esta última.
