La cineasta Xisela Franco fue ayer la invitada a Ponte Coqueta, una fiesta dedicada al vintage que en su segunda edición rinde homenaje al cine. A partir de un recorrido por fragmentos de su filmografía trató algunos de los temas más vinculados al cine experimental y en general a su proceso creativo.
- ¿Qué aspectos se repiten especialmente en su obra?
-Uno de los leitmotiv es la idea de cine de proceso, la metodología que en muchos casos me gusta utilizar a la hora de hacer una película. Es ese cine que se construye en el propio proceso creativo, es decir en el propio proceso de montaje, ese cine sin un guión previo que va naciendo a medida que se desarrolla la obra.
- Otro aspecto del cine experimental que aborda en su charla es la idea del metraje encontrado
-Metraje encontrado es toda una vertiente de películas dentro del cine experimental que tiene que ver con recuperar películas antiguas o de archivo para darles un nuevo sentido. Toda eso de ir a los mercadillos a buscar fotos antiguas habla también de esa idea de encontrar películas que luego revisas, narras con una nueva perspectiva. Mi película "Hyohakusha" está por ejemplo hecha con películas de Super-8 de un viaje de gallegos en el año 73 a Japón que rehacemos y a partir de esas imágenes construimos una nueva película, le damos una nueva narrativa a esas películas antiguas. Hoy hay toda una línea de trabajo en torno a esa idea del metraje encontrado, que también se encuentra en mi obra.
- También está muy presente en su trabajo la faceta autobiográfica
-Si, una parte de mi obra gira en torno a ese cine en primera persona en el que trabajas con la vida propia, un cine personal. Es el caso la película "Anima Urbis" que realicé en Canadá en esos años que viví allí y narra la experiencia personal de una gallega en Toronto.
- ¿Qué se entiende por cine de museo?
-Llamamos así a ese cine que se encuentra en la intersección entre el cine y el arte contemporáneo, ese cine que puede ser expuesto en el museo y que rompe la pantalla tradicional para convertirse en cine expandido.
- Ha encabezado el proyecto "Cinema e Muller" para visibilizar a las creadoras del audiovisual ¿le sorprendió la potencia creadora de las cineastas?
-Me sorprendió que antes de comenzar el proyecto, cuando empecé a comentarlo a programadores de festivales, a profesores de universidad, a directores de cine, nadie apostaba porque fuera a encontrar más de 6 o 7 directoras en la provincia de Pontevedra y encontramos 70. Y además hay muchas más que no están, todo ello nos da una idea de ese potencial creativo, aparentemente escondido o invisibilizado que a través de este proyecto que contó con la ayuda de la Diputación de Pontevedra se pudo dar a conocer. Me alegró mucho encontrar a esas 70 mujeres, diez de las cuales hicieron "Visións", una película colaborativa, esas diez cineastas han mantenido el contacto a lo largo del tiempo y han tejido una amistad basada en la admiración y en el amor al cine.
- Igual de sorprendente debe de resultarle el florecimiento del cine independiente gallego
-Si, estamos en el mejor momento de la historia del cine gallego, tenemos un conjunto de festivales únicos, cada uno de los cuales ha sabido encontrar su especificidad y además trabajan en sinergia y han ayudado y servido de escaparate para un número de cineastas cada vez mayor, estamos hablando de varios centenares que hoy estamos trabajando en Galicia. Vivimos un momento de primavera, de efervescencia en el audiovisual gallego y además las mujeres hemos reivindicado un espacio en este cine de las pequeñas naciones.
- Inicia un nuevo proyecto docente
-Voy a dirigir en 35.Esav (Escuela de Artes Visuales) el Máster de Cine y Creación Audiovisual. Es un proyecto que pretende convertir Vigo en un foco de educación en el cine y es uno de los cuatro máster que ofrece el centro.
