La concesionaria del servicio del agua, Viaqua, confiaba en reponer el abastecimiento de forma normalizada a los núcleos de Marín y Bueu, una vez que a última hora de ayer se reparó la segunda avería que sufrió la red en Pontevedra.

Tras esta segunda reparación en la antigua galería de servicios que abastece a la margen izquierda de la ría, la empresa comenzó a reponer los tubos en la zona afectada, con la confianza de dar abastecimiento "con la presión suficiente" a lo largo de la jornada de hoy. Mientras tanto se estuvo aportando un suministro con una presión de agua de 8 kilos, explicó ayer el concejal delegado del servicio en Pontevedra, Raimundo González, cuando la presión normal es de 10 kilos.

Hasta última hora de la tarde de ayer, ni el responsable público ni la empresa podían garantizar un servicio normal. Mientras, vecinos, comerciantes y empresarios de Marín y de Bueu manifestaban su indignación por esta falta de respuesta a un problema que les ha causando muchas molestias en el caso de los residentes y pérdidas importantes en el caso de comerciantes y hosteleros.

En todo caso a la parroquia de Seixo, en Marín, se ha está aportando hasta el momento agua "por horas", aseguró ayer el edil, mientras se continuaba reparando la galería de servicios a la altura de A Barca. Los técnicos revisan además toda la galería de servicios que abastece de agua a Marín y Bueu.

Los trabajos, tras la segunda avería, se desarrollaron desde la madrugada del pasado viernes, después que a última hora de la tarde del jueves un fallo en la red de abastecimiento de agua, detectada a la altura de A Barca, obligase a cortar nuevamente el suministro.

En muchos lugares de Marín y Bueu se vienen sufriendo cortes de agua desde el pasado lunes, que estaba previsto que el pasado jueves se repusiese, pero una nueva avería en la zona de A Barca obligó a aplazar la reposición del servicio y a iniciar nuevas obras de reparación.

La alcaldesa de Marín, María Ramallo, anunciaba que "a final de mes" podrá entrar en funcionamiento el nuevo abastecimiento de agua al municipio construido por Acuaes. La obra está hecha y en estos momentos se está tramitando el acta de inicio de explotación de la infraestructura hidráulica, al mismo tiempo que se realiza los informes de control de calidad de agua, se dan de alta el suministro eléctrico de la instalación y se han realizado ya las correspondientes pruebas de abastecimiento en alta.

Locales cerrados

Mientras, algunos establecimientos de Seixo, en Marín, han cerrado sus puertas por los problemas que les ocasiona atender al público sin agua. Bares, pescaderías, o peluquerías, entre otros, no pueden desarrollar su actividad y prevén grandes pérdidas por culpa de estos cortes.

"Ahora lo que estamos pagando es aire, que es lo que sale por el grifo, pero el contador sigue corriendo como si fuese agua", dice Manuel Amado , vecino de Seixo, que anuncia que dará orden al banco de que deje de pagar el recibo del agua.

En el Restaurante Kloster de Seixo confían poco en la soluciones que dé la Administración pública y por eso al segundo día de la avería se han apresurado a comprar un motor para un viejo pozo del que abastecerse. "Fue nuestra salvación", explica Benito Fazanes "porque sino tendríamos que permanecer cerrados, un local de estas características no puede trabajar sin agua", explica el hostelero. En los primeros días de la crisis el restaurante compró agua embotellada para cocinar y, al igual que sus vecinos, hizo frente a las cuestiones de limpieza con tinas y barreños.

En este negocio de hostelería se decidieron a comprar el motor con el que extraer agua de un viejo pozo que estaba sin uso "pensando ya en el resto del verano, porque igual que hubo averías ahora las puede haber el resto del verano y sin agua esto no puede funcionar", explica Fazanes.

También en la Barbería de Seixo están tirando de depósito de agua particular para poder trabajar, ya que "cuando hay algo de presión el depósito se va llenando", como explica Andrés Piñeiro. Aunque esta peluquería tiene el problema resuelto con su depósito, "por aquí la gente está desesperada, los bares, los negocios, la plaza de abastos, todo están perdiendo mucho estos días", añade Piñeiro. Uno de sus clientes, Pablo Rodríguez, es vecino de Bueu y apunta que en este municipio el problema es semejante al de Seixo.