El Concello inicia mañana lunes las obras de reforma de la calles incluidas dentro de los fondos ARI concedidos para el casco histórico, y que se centran en las inmediaciones del Campillo de Santa María. Los trabajos, que ya cuentan con la autorización de Patrimonio Histórico de la Consellería de Cultura, comienzan por Tristán de Montenegro a cargo de la empresa Ediserpo.

Tras este vial, también se reformarán las calles Pratería Vella y Eirado de Albar Páez, perpendicular a las dos anteriores. La rehabilitación de las dos primeras, que se harán de forma sucesiva, tienen un presupuesto de adjudicación de 139.150 euros y un plazo de ejecución de tres meses. La reforma de Eirado de Albar Páez comenzará en unas dos semanas y la empresa adjudicataria de la obra es E.C. Casas.

La intervención en Tristán de Montenegro, al igual que en las otras, incluye la renovación completa del pavimentación, que consistirá en la ejecución de bandas de piedra.

En cuanto a los servicios está previsto acometer actuaciones de mejora y renovación de las redes subterráneas de abastecimiento de agua, de pluviales y de residuales. También se aprovechará para instalar la canalización de gas, que no existe en la actualidad, y se modernizarán las redes eléctricas y de fibra óptica.

El cableado aéreo de alumbrado público será eliminado para tenderlo bajo tierra y se acometerá la renovación completa de las luminarias.

El Concello recibió 228.867 euros de los fondos europeos gestionados por el Ministerio de Fomento para el espacio público. Acordó priorizar las calles Tristán de Montenegro, Pratería Vella y Eirado de Albar Páez, además de hacer una inversión de iluminación artística y nuevo vallado del espacio arqueológico de la plaza de Valentín García Escudero, por valor de 44.000 euros.

La confirmación de estos fondos llegó a mediados de 2015 tanto para el casco histórico (la primera fase) como del barrio de Estribela (sexta fase). La cuantía concedida fue de 2.148.924 euros para la rehabilitación de 46 edificaciones y mejorar alrededor de 187 viviendas. La cifra es muy inferior a la que se reclamaba inicialmente, que rondaba los seis millones de euros.